- Política
Censuran nueva versión de Juanitas en partidos poblanos
Es “terrible” que los partidos políticos pretendan postular perfiles de bajo o nulo perfil, que tengan vínculos familiares o nexos con gobernantes o diputados de algún municipio o distrito electoral, sólo para simular cumplir con la paridad de género y favorecer, posteriormente, la participación de los hombres desde otra trinchera.
Así lo consideró Violeta Sánchez Luna, de la Academia, Litigio Estratégico e Incidencia en Derechos Humanos, luego del incidente protagonizado por Javier López Cuevas, secretario general del PAN estatal, quien recomienda proponer como candidatas a “mujeres de bajo perfil” y de “mucha confianza” para sustituirlas sin que protesten.
En entrevista, la activista dijo que esta es una nueva modalidad de las llamadas “Juanitas” que ahora, siendo “primas, hermanas o esposas” de algún político en determinada región, serían obligadas a declinar para favorecer a los candidatos masculinos de otros partidos políticos.
“El nuevo fenómeno del juanismo es ahora con la postulación de la hermana, prima, o esposa, con las que se pretende favorecer a los hombres que no pudieron ser candidatos por algún partido político y que, justamente, pretenden darle vuelta colocando a personas manipulables o a su servicio. Es terrible; no debe suceder”.
Señaló que las mujeres que sean perjudicadas con este comportamiento por algunos liderazgos políticos pueden presentar un juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano (JDC) donde demuestren que su trabajo político y militancia superan el perfil propuesto por el partido.
“Este hecho no es nuevo, ha sucedido en Morelos y Ciudad de México. El llamado a los militantes es que peleen su derecho porque si creemos que por ley se pueden cumplir con todos los avances, estamos perdidos; tenemos que seguir con esa lucha”, convocó.
Violenta Sánchez descartó que la inclusión de una mujer en los cargos directivos de los partidos políticos en los estados pueda prevenir esta situación.
“Podría influir, pero desde mi experiencia, cuerpo de mujer no significa defensa del género. Más allá de que sea un hombre o mujer, tiene que ser una persona comprometida con la igualdad, que reconozca la normatividad y no tenga preferencias entre los militantes para postularlos a un cargo”, sentenció.
Por separado, Ana Jetzi Flores Juárez, responsable del programa de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) se sumó al llamado para que las mujeres de cualquier partido político que enfrenten una situación similar, denuncien ante las autoridades este tipo de violencia política.
Reconoció que hacen falta candados efectivos para evitar que las instituciones partidistas manden a mujeres a distritos “perdedores” o en puestos donde no tengan presencia política o sean familia de algún perfil masculino en la regional.
“Ese es el reto. No veo organizaciones o grupos de mujeres que insistan. En algunos municipios las mujeres representan hasta el 60% del padrón de un partido político, por eso el llamado es a que acudan a las instancias encargadas para atender esta violencia y sean las que sancionen estas prácticas”, apuntó.
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