Trabes con desprendimientos de concreto y cimentación sin protección, así como instalaciones hidráulicas incompletas se aprecian hoy en el segundo piso de la autopista México-Puebla; mientras que en la ciclopista Hermanos Serdán y el bulevar del Niño Poblano hay guarniciones incompletas o destruidas e incluso barandales oxidados, a menos de año y medio de su apertura.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó el martes en su tercera etapa a la revisión de la cuenta pública federal 2016 que detectó anomalías en la construcción de estas obras, así como pagos irregulares, atrasos e incluso la utilización de materiales de deficiente calidad. 

El segundo piso fue inaugurado en octubre de 2016, el bulevar en diciembre de ese mismo año y la estructura ciclista en enero de 2017, previo a la conclusión del sexenio del ex gobernador Rafael Moreno Valle.

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Desprendimientos en segundo piso

En el viaducto elevado de la autopista la ASF señaló que se realizaron trabajos de mala calidad en las trabes prefabricadas, así como en cabezales, losas y prelosas, ramales de tuberías de PVC, de marcos y registros.

Adicionalmente, se pagaron costos extraordinarios sin que existiera un soporte documental, por lo que se solicitó el reintegro de 2.3 millones de pesos pagados a la empresa constructora OHL.

Hoy en día es posible apreciar partes de concreto de las trabes que se empezaron a desprender.

Además estructuras que se localizan a nivel de piso en el cruce con el bulevar San Felipe, se encuentran rodeadas de escombro y no de bases de cemento como sí ocurre en otras partes del viaducto.

En el tramo del segundo piso que colinda con Villa Frontera, antes de subir por la lateral que conduce a la Calzada Zaragoza, hay tubos de desagüe que no se encuentran conectados entre sí.

En septiembre de 2016, usuarios dieron a conocer que las lluvias rompieron los tubos, provocando que una gran cantidad de agua cayera a presión sobre los vehículos que circulan en la parte baja.

Guarniciones incompletas y rotas

En su informe, el máximo órgano fiscalizador del país citó que al encontrar subejercicios en fondos federales revisó las obras para comprobar la correcta aplicación de los recursos.

Una de ellas es la pavimentación con concreto hidráulico del bulevar del Niño Poblano que tuvo un costo de 131.3 millones de pesos.

A través de un recorrido fue posible observar que en tramos de la vialidad, como el que se encuentra frente al hospital, las guarniciones están incompletas o se encuentran destruidas pese a que la obra fue inaugurada en diciembre de 2016.

Lámparas descompuestas y falta de pintura en ciclopista

En el caso de la ciclopista del bulevar Hermanos Serdán, la pintura blanca de los barandales se desprendió en tramos a lo largo de toda la vialidad, por lo que la estructura de metal ya luce oxidada. Además, lámparas que fueron colocadas en el piso ya se desprendieron o rompieron.

Roberto Aguilar, quien acude a realizar caminatas nocturnas en la ciclopista, comentó que la mayoría de los focos que se encuentran en el piso ya no prenden, y lo mismo ocurre con lámparas que fueron colocadas en los barandales.

El distribuidor vial que conecta a esa avenida con la autopista México-Puebla también luce en malas condiciones, pues la pintura amarilla que fue colocada en las laterales, ya se desprendió casi en su totalidad.

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