- Sociedad
Los aromas del vino como los del perfume
El vino tiene aromas que se dividen en primarios, secundarios y terciarios, y la mejor forma de apreciarlos es utilizando una copa especial, de cristal, cáliz ancho y boca cerrada para mantener los aromas.
El sommelier Ángel Rivas dice que “al girar el vino de la copa las moléculas rompen contra la rugosidad del cristal y se liberan mejor los aromas. También incide la temperatura del vino, de 8 a 10°C en blancos y de 14 a 15 °C en tintos, para ayudar a una correcta apreciación”.
El aroma es la parte más importante en una cata de vino porque es reflejo de la buena salud del vino, su calidad, su manufactura, las variedades de uva que se utilizaron en él e incluso puede decirnos de dónde es.
Como en los perfumes, hay aromas más ordinarios y otros más finos.
Los hay que provienen de diferentes partes del proceso: “los primarios (frutales, vegetales y florales) vienen de la uva, los secundarios (levadura, mantequilla, lácteos) de la fermentación, y terciarios (especias, chocolate, animales) de la barrica”.
Las categorías de aromas se pueden apreciar al mismo tiempo porque de eso trata la complejidad de un vino: mostrar todos los aromas que adquiere durante el proceso en una copa.
“Son como diferentes capas de aromas que al mismo tiempo se expresan y evolucionan. Y mientras más se profundiza más aromas, suele decirse que es más complejo”, dice Rivas.