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Albañiles dejan la cuchara para festejar la Santa Cruz
En la práctica, los albañiles saben más de construcción de los ingenieros o arquitectos. Así reivindica Alberto Serrano Luna su actividad en el ramo de la construcción, a la que se dedica desde los 16 años, antes de cumplir su mayoría de edad.
Es el día de la Santa Cruz. Alberto como cientos de albañiles fue invitado por sus patrones al festejo, donde abundarán los mixiotes de carnero, los tacos placeros de chicharrón, las cervezas y el licor.
Sin embargo, para el oriundo de Nopalucan de la Granja “todo es con medida” y aunque reconoce que entre los albañiles es común el consumo de alcohol en exceso, él solo se tomará unas cubitas.
“Los ingenieros hacen sus diseños en sus computadoras. Lo que hacen son dibujos pero quien lo ejecuta es el albañil. De ahí la complicación de nuestro trabajo, sí creo que a veces sabemos más que ellos”, subraya.
Alberto Serrano destaca lo difícil que es dejar a su familia. Y es que el ramo de la construcción le ha permitido viajar a Aguascalientes, Guanajuato
Orgulloso de su empleo, reprueba el uso peyorativo de la palabra “albañil”, que en ocasiones se expresa como sinónimo de “macuarro”.
“Muchos nos dicen vulgarmente macuarros. Si quieren insultar a alguien le dices pinche albañil macuarro, pero eso no está bien”, apunta.
Si no fuera albañil sería campesino
Entre los trabajadores de la construcción se entremezclan las edades. Fernando Zamora es un joven padre de 22 años. Oriundo de Domingo Arenas, municipio ubicado en la zona de Huejotzingo, terminó solo su formación de primaria.
“Si no fuera albañil sería campesino”, sostuvo al reparar sobre la falta de oportunidades.
Su mayor satisfacción es ver una casa o una bodega terminada. Sobre los mitos del albañil Fernando no repara en señalar que algunos son ciertos.
“Los albañiles sí tomamos mucho, hacemos San Lunes para curar la cruda. Y los piropos hacia las mujeres sí los hacemos pero con respeto”.
También de Domingo Arenas, Efrén Zamora Tepexco, tiene 15 años en la albañilería. Su mayor satisfacción es educar a sus cinco hijos como resultado de esta actividad. En su población la otra actividad más importante es el campo, por lo que coincide con Fernando en que sería campesino en caso de no pertenecer al ramo de la construcción.
Durante más de una década ha construido casas y bodegas en las que hoy funcionan industrias, por lo que está orgulloso de su actividad.
El día de la Santa Cruz es un festejo pero para Efrén representa ante todo una devoción: dar “gracias a Dios” por su trabajo.
La tradición señala que cada 3 de Mayo en una construcción se coloca una cruz de madera decorada con papel de china en conmemoración de esta fecha religiosa.
“En la Resurrección casi todos somos albañiles”
Al festejo de la Asociación de Empresas de la Construcción (AECO) también acudió Adrián Ramos. El joven de 23 años proviene de la junta auxiliar de La Resurrección, donde “casi todos son albañiles”.
Con sus ocho años como empleado de la construcción sabe que es una actividad peligrosa por las alturas o por la maquinaria pesada con la que se trabaja la tierra.
Para Adrián no es un mito que los albañiles ingieran alcohol en exceso, sin embargo, sostiene que cada vez hay menos que faltan a sus responsabilidades por “dormir la mona”.
Provenientes de diferentes zonas, albañiles, ingenieros, arquitectos y constructores coincidieron en el festejo. Recibieron la bendición de un sacerdote, comieron, brindaron y bailaron hasta entrada la tarde.