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Policías de Serdán golpean, extorsionan y encarcelan a familia
Una familia de vendedores ambulantes de muebles fue detenida y extorsionada por la Policía Municipal de Ciudad Serdán, denunció Erika Brenes, abogada e integrante de colectivos promotores de Derechos Humanos en Chalchicomula de Sesma.
Señaló que los agentes detuvieron a los comerciantes en un paraje desierto de la carretera Puebla Orizaba y dispararon a un joven de 17 años y un niño de 13 años que lograron huir, ocultándose en cultivos. El niño estuvo en calidad de desaparecido por más de cinco horas.
El joven nahualt, que logró escapar pidió ayuda a los vecinos del tramo carretero del municipio de El Seco, a la altura de Esperanza, y con una crisis nerviosa y sin hablar con fluidez el español, narró los abusos de los uniformados contra su padre y hermanos a quienes policías municipales les pidieron el papeleo de rutina, pero terminaron exigiendo dinero por transitar en la carretera.
Explicó que los uniformados se llevaron parte de su mercancía, les quitaron dinero y los golpearon.
Erika Brenes aseguró que luchadores sociales y activistas de Ciudad Serdán fueron alertados del hecho, y además de ayudar al joven a comunicarse con habitantes de Atzompa, su pueblo de origen, acudieron a la comandancia del municipio donde la detención y permanencia de los vendedores fue sistemáticamente negada, pese a que el vehículo asegurado, propiedad de los vendedores, estaba en el estacionamiento del ayuntamiento.
Cerca de la 2:00 de la mañana, las autoridades presentaron a los detenidos luego de que un centenar de personas que arribó a Chalchicomula de Sesma, en una caravana de 30 camionetas y vehículos provenientes de Atzompa , amagaran con tomar la presidencia si la familia de vendedores no era liberada de inmediato. “O los sacan o entramos por ellos”, era la consigna.
Brenes detalló que las autoridades --- quienes se negaron a identificarse--explicaron que la tardanza en la presentación de los detenidos se debió a que los hermanos mayores habían sido liberados de su celda para que buscaran al niño perdido.
“Fue hasta entonces que los funcionarios del gobierno municipal que encabeza Juan Navarro se presentaron. Al lugar llegaron Ignacio Tobón, inspector de Seguridad, y Hugo Sánchez Domínguez, representante del departamento jurídico. Con una actitud burlona se hicieron cargo del caso pero luego su actitud cambió, más aún cuando personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH Puebla) se comunicó con ellos para comunicarles que había sido abierto un expediente”, relató Brenes.
Los funcionarios agilizaron los trámites para que los vendedores salieran libres, pero se negaron a revelar el nombre de los agentes responsables del operativo como de los uniformados que pusieron en el piso a los indígenas, les echaron agua y continuaron con la golpiza cuando estuvieron detenidos, amenazándoles con repetir el hecho si algo de lo sucedido trascendía.
Mientras el trámite administrativo avanzaba, fueron los pobladores de la caravana quienes se organizaron en cuadrillas y encontraron al menor desaparecido, con un cuadro de hipotermia grave, sin presentar heridas de balas.
La administración de Navarro sólo pudo devolver 20 mil pesos de los 30 mil que reclamaron los detenidos, producto de la venta de meses en Puebla. Tampoco les fueron devueltas su mercancía y herramienta.
Finalmente los agraviados y los habitantes de Atzompa abandonaron Ciudad Serdán y Chalchicomula de Sesma sin interponer ninguna denuncia, sin reclamar sus pertenencias ni autorizar la divulgación de sus nombres, dejando las cuentas a la justicia divina, dijeron.
Activistas que fueron entrevistados a este medio coincidieron en señalar que durante el tiempo que duró el mini plantón, los agentes policiacos amedrentaron a los manifestantes, aventándoles patrullas, fotografiándoles y grabándoles.