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Ellos tienen las armas y nosotros la champagne: Francia de pie
Han pasado 7 días en donde Francia principalmente y conforme han pasado los días la Unión Europea así como Estados Unidos y Rusia se han visto envueltos, la primera como una nación puesta de cabeza por un grupo de radicales que fueron parte del Daesh y los demás países como culpables por financiar a este tipo de movimientos terroristas.
Desde Bush hasta el mismísimo Hollande.
Los atentados del pasado 13 de noviembre en París develan corruptelas que sólo vienen a confirmar lo que se sabe en todo el mundo –si, en todo el planeta- los gobiernos son corruptos y en el momento de crisis, creen que responder a la violencia con más violencia es lo correcto.
Para que el mundo vea quién es el mandamás.
Los medios de comunicación han inundado las calles de Paris especialmente donde fueron los atentados y los líderes de la orbe llamada “Tierra” se solidarizan y emiten comunicados, guardan largos y cuantiosos lapsos de silencio que para hoy ya llevaríamos como 193 minutos, es decir, más de 2 horas donde el mundo “ha guardado silencio”.
Pero no quienes habitamos en Paris y en toda Francia.
No, porque tener miedo es signo de debilidad y dominio.
Porque lo más preciado que tenemos en la vida es nuestra libertad.
Nada más hay que ver la portada de esta semana del Semanario “CHARLIE HEBDO” en donde un francés ríe y se divierte con las perforaciones de las balas que posee y aun así decide seguir de pie y festejando.
« Ils onts les armes »… se lee como primera frase.
« On les emmerde. On a le champagne » son las palabras que se leen debajo de este hombre ataviado de los colores azul y rojo y con una copa color blanco de la cual bebe.
Las calles de París incluso parecen haberse llenado como si fuera el filme de una súper producciónhollywoodense.
Quienes tomamos el metro a diario o abren sus negocios o trabajan en los lugares turísticos de la ciudad sabemos que detenernos es rendirnos y no lo es.
Luchas para vivir, no para sobrevivir.
Todas las flores, mensajes de amor, de amistad, de apoyo, de reconocimiento, las veladoras en los lugares sobre el Boulevard de Voltaire y enfrente del café «Le Ba’ta,clan» son un signo de solidaridad, pero también de hacerse presentes con todo lo que puede mover un lugar y estar ahí después de la tragedia.
Son los aires de un otoño raramente caluroso en la capital parisina.
Pero también son los aires de un invierno que se asoma crudo y severo.
3 meses son los que se esperan de abatimientos, capturas. A temblar con el VIGIPIRATE.
Sí, a temblar aquellos que no saben que hoy fue Francia pero mañana puede ser otro país y que se verá en la necesidad de poner su sistema de alerta en el color que denote un estado crítico.
Así lo ha hecho ya el presidente François Hollande quién por cierto nunca se imaginó tener un mandato tan complicado (desde el punto de vista que se le quiera ver).
París está de pie
Con el mundo de gente en las terrazas del boulevard Raspail o Montparnasse
En sus conciertos de música en el Zenith
O en las casas de moda a lo largo de la calle Saint-Honoré-Faubourg
En Place Vendôme
Comiendo una baguette en la île de Saint Louis
Subiendo a la Torre Eiffel
Quienes murieron merecen todos los homenajes
Abatidos por ideologías absurdas
Y quienes sobrevivieron buscan seguir su vida lo más normal que se pueda, como la mujer embarazada que pendía de una ventana de Le Ba’ta,clan y protegió a toda costa la vida de su bebé y la suya hasta que alguien vino a salvarla después de 30 minutos.
O la de Isobel Bowdery, la sudafricana de tan sólo 22 años que fue testigo de la masacre y resistió una hora pasando por muerta.
Mariana es y seguirá siendo fogosa, guerrera, pacífica, alimentadora y protectora, sin duda alguna.
Porque Francia se vio batida por las olas, pero no se hundió, ese es el lema de la ciudad de París.
«FLVCTVAT NEC MERGITVR»
Testigo de dos guerras mundiales y un sin fin de eventos que han marcado la historia de la humanidad, Francia es aquí y ahora.
«Fraternité, Egalité et Liberté»