- Economía
Sufren pérdidas millonarias por abigeato en Sierra Nororiental
Pérdidas que superan los 30 millones de pesos tan solo en lo que va de 2015, cada vez más inseguridad y la “evidente” colusión de autoridades con los cuatreros que operan en “bandas bien equipadas y organizadas”, que se cobijan además en la impunidad que prodiga un marco jurídico laxo, ha dejado el intenso azote de abigeato que sufren ganaderos de la Sierra Nororiental del estado de Puebla, a quienes les roban en promedio 50 cabezas cada semana.
En entrevista con e-consulta y con copias de las denuncias que han presentado infructuosamente ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado, integrantes de la Unión Ganadera Regional de la Sierra Oriente del estado de Puebla describieron que muchos de sus alrededor de 800 afiliados están perdiendo 750 mil pesos a la semana, por el robo de 50 cabezas, en promedio, sin que las autoridades hayan siquiera hecho intentos de enfrentar el grave caso.
Cada res en pie como como “ganado de carne” alcanza un pecio de entre 12 mil a 15 pesos –los sementales hasta 40 mil pesos–, dependiendo de la calidad del animal en esta región, en donde los principales municipios pecuarios son Hueytamalco, Ayotoxco, Tenampulco y, en menor escala, Cuetzalan, Acateno y Jonotla. Aquí, hay lo mismo ganaderos que tienen apenas unas cinco reses, hasta los que cuentan con un millar o más.
El abigeato que sufre con intensidad esta región desde principios de 2015 les pega más a los pequeños ganaderos, pues el robo de tres o cuatro cabezas “de un jalón”, prácticamente acaba con sus patrimonios, “por eso muchas ya han vendido todo y mejor se retiran de laganadería. A los que tienen mucho no les pega tanto, aunque de cualquier manera es un robo a su forma de vida, a sus propiedades”.
Las denuncias, aseguran, no son muchas, no pasan de una decena, “que nosotros sepamos”, pues a pesar de que en algunos casos los ganaderos han localizado a sus animales ya vendidos de manera ilegal, no hay actuaciones y, a pesar de que el titular de la PGJ, Víctor Antonio Carrancá Bourget, ofreció hace alrededor de dos meses atender el caso y visitarlos en sus municipios, “nada ha ocurrido”.
Predominan pequeños ganaderos
En la región y en la Unión Ganadera Regional de la Sierra Oriente solamente 10 por ciento de los afiliados son propietarios de grandes volúmenes de reses y el resto se ubica en la calidad de medianos y pequeños, lo que agrava las consecuencias del robo de ganado.
Las reses de esta región se venden como ganado de carne, principalmente, y son animales cruzados con cebú, “para que aguanten la garrapata”, lo que los ubica en una muy alta calidad. Sus mercados son principalmente Puebla, Tlaxcala, la ciudad de México y Veracruz.
Los ganaderos, quienes por ahora solicitaron la gracia del anonimato, aseguran que hay autoridades regionales, de procuración de justicia y seguridad pública, coludidas con los abigeos, pues de otra manera no se explica cómo pueden trasladar y vender esos animales, con papeles falsos o sin ninguno de ellos.
Describen a e-consulta que los robos a baja escala que se han registrado de manera tradicional, se dispararon exponencialmente con el inicio del año 2015. La explicación es sencilla para ellos: no hay vigilancia, la complicidad de ladrones con autoridades y un marco jurídico con el que el cuatrero no debe responder con cárcel, pues las penas son laxas desde que se modificó este delito y se abrió la posibilidad de que el que lo comete eluda la acción penal con un buen abogado.
De acuerdo con el Artículo 392 del Código Penal del estado Libre y Soberano de Puebla, el robo de ganado se sanciona con “dos a doce años, cualquiera que sea el número y la especie de las cabezas de ganado robado”, pero específico que habrá consideraciones para quien “se apodere por primera vez de una sola cabeza de ganado y la emplee para su alimentación o la de su familia”. Para este caso, establece que “se le impondrá una multa de cinco a cien días de salario, o en su caso, el equivalente al valor comercial del bien”.
Desde la perspectiva de los ganaderos de la región Nororiental, esto ha permitido que las maniobras jurídicas permitan, en los hechos, que se pueda evadir la pena máxima por este delito.
Urgen penas más altas
De acuerdo con los ganaderos y con base en estos antecedentes y análisis, consideran que “el cambio en el sistema de justicia penal en el estado, en el cual el abigeato “ya no es un delito grave”, el delincuente ha incrementado la comisión de éste, constituyéndose en bandas organizadas las cuales ponen en riesgo nuestro patrimonio, así como la vida de empleados y propietarios de ranchos”.
Estas bandas, en colusión con las autoridades, advierten, “están bien organizados, usan armas de grueso calibre y vehículos para la movilización del ganado. Actúan con total impunidad y al cobijo ya sea por falta de capacidad o complicidad de los distintos órdenes de gobierno, de casetas de inspección sanitaria y de algunos líderes ganaderos”.
Ante este panorama, los integrantes de la Unión Ganadera Regional de la Sierra Oriente del estado de Puebla convocaron ya a una reunión a legisladores locales y federales que representan la región, para el próximo 29 de octubre.
“Por tal motivo ganaderos inconformes ante esta situación hemos decidido de manera conjunta llevar a cabo una mesa de trabajo, a la que hemos invitando a nuestros representantes legislativos: Corona Salazar, diputada local, y los legisladores federales Hugo Alejo y Juan Pablo Piña… Haciendo consciencia y preocupados por las dimensiones en las que se puede tornar esta problemática y la indiferencia de las autoridades para resolverlos, nos vemos en la necesidad de organizarnos un grupo de ganaderos afectados”, señalan.