Los nueve primeros de meses del gobierno de Enrique Peña Nieto han sido de claroscuros, ya que si bien se iniciaron procesos de reformas sustanciales, no existe una separación entre los campos económico y político, coincidieron especialistas del ITESM Puebla y la UPAEP.

A decir de Marlon Santillán Quiroz, especialista en política pública del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Puebla, aún hace falta delinear reformas como la política, energética y hacendaría, así como la educativa.

Tras analizar el primer informe presidencial, mencionó que, de impulsar estas grandes reformas, el país logrará salir del estancamiento económico, pues a la fecha se cuenta con un rezago importante.

Existen tres áreas en las que Peña Nieto debe dar resultados durante su segundo año de gobierno: la social, hacendaria y económica. Pero aún no se puede decir que la administración actual haya reprobado en algunas áreas, debido a que se encontró con un gobierno dejado por Felipe Calderón con diferentes problemas.

En los próximos meses ya no se deberán escuchar promesas del gobierno, sino resultados que puedan medir en aspectos como el desarrollo económico.

Debe desligarse el tema económico y el político

Las decisiones económicas no deben tomarse con base en cuestiones políticas, considera Mónica Rubio García, coordinadora de la facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), quien agregó que en los meses subsecuentes, el presidente Peña Nieto no pueden estar condicionando un tema con otro, como sucede con el Pacto por México.

Entre los aspectos positivos, la especialista mencionó la continuidad en políticas públicas, ampliación del programa Oportunidades y la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Para Marcos Gutiérrez Barrón, los efectos de las reformas se verán a corto plazo con la atracción de más inversión. Lo que se debe buscar es que México deje de ser un país emergente, que requiere de financiamiento y capital del exterior, aunque a mediano plazo es el oxígeno para que la economía pueda seguir creciendo y caminando, la entrada de inversión directa para fortalecer la planta industrial y  productiva.