• Seguridad

Advierten móvil político en crimen de Samuel Malpica

  • Diana Jiménez
La Secretaría General de Gobierno informó que una vertiente tiene que ver con la acusación que el ex rector de la BUAP hizo sobre una presun
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La Procuraduría General de Justicia (PGJ) abrió un investigación sobre el crimen del ex rector de la BUAP, Samuel Malpica Uribe, en la que la principal hipótesis es que se trata de una venganza de tipo político, al parecer porque este miércoles iniciaría una huelga de hambre tras denunciar la existencia de una red de corrupción al interior de la universidad poblana.

El asesinato sucedió la noche de este martes, aproximadamente a las 22:30 horas, cuando Malpica Uribe regresaba a su domicilio después de salir un momento a la calle, en la colonia San Manuel. Iba vestido de manera sencilla, con short, playera y sandalias.

Los vecinos refirieron que al escuchar la primera detonación empezaron a pitar con los silbatos de seguridad y posteriormente oyeron otro balazo. Ninguno de ellos se percató si el responsable fue un solo sujeto o fueron varios.

En la calle apareció el cuerpo sobre la banqueta, con un disparo en el pecho, en el parque ubicado entre las calles Río Nazas y Río Panuco, a la altura del número 5923.

Asimismo, junto a él se encontraba una pistola que –según las primeras versiones- era de juguete. De igual forma se hallaron dos casquillos al parecer de un arma corta, aunque de inicio se desconocía el calibre.

Ante las autoridades, Malpica Uribe fue identificado por su esposa quien entró en crisis nerviosa y fue atendida por paramédicos de Cruz Roja. Los mismos dieron reanimación cardiopulmonar por 20 minutos al ex rector, sin poder recuperarlo y dictaminaron su muerte.

Sobre estos hechos, el director de la Policía Ministerial, Juan Luis Galán Ruiz, quien llegó al lugar y se entrevistó con los familiares, informó que aún era muy pronto para establecer el móvil del homicidio y aseguró que todavía no se determinaba si el arma localizada es real.

Cabe mencionar que en un principio trascendió que Samuel Malpica pudo haber sido asaltado, pero no es una hipótesis fuerte en las indagatorias.

Establecen líneas políticas en investigación

Por la madrugada de este miércoles, la Secretaría General de Gobierno informó que las autoridades estatales lograron establecer de manera inicial que el crimen podría ser una posible venganza, ya que la víctima iniciaría este miércoles una huelga de hambre, luego que el pasado 13 de junio denunció la existencia de una red de corrupción al interior de la BUAP, en la que involucró a Enrique Agüera Ibáñez, ex rector y actual candidato a la alcaldía por la coalición PRI-PVEM.

 “En relación con los lamentables hechos reportados y confirmados del homicidio perpetrado en contra del ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Samuel Malpica Uribe, ocurridos la noche de hoy (martes), alrededor de las 22:30 h., en las calles de Río Nazas y Circunvalación de la colonia San Manuel. Se informa que en sus primeras declaraciones la esposa del victimado pudo formular ya, ante las autoridades ministeriales, diversos señalamientos que abren distintas líneas de investigación”.

“La declarante afirma que en el curso de este día (3 de julio) el ex rector se proponía emprender una huelga de hambre relacionada con su demanda pública, formulada en relación con irregularidades administrativas cometidas por administraciones anteriores, en contra de la Máxima Casa de Estudios del Estado”.

“Además, como fue ampliamente documentado en las declaraciones formuladas ante medios de comunicación por el propio ex rector y como consta en una denuncia formal presentada ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se suman otras líneas de investigación, como las amenazas formuladas en su contra por su ex pareja y también por la ex abogada de la Universidad; así como las realizadas por un asesor de la propia Institución académica. A ello se agregan diversos precedentes dentro de los cuales se registra la agresión con arma blanca de la que fue objeto hace apenas seis meses, en las que en su momento el ex rector formuló diversas imputaciones”.

“En este momento se efectúa, en la Secretaría General de Gobierno, una reunión de coordinación con la participación de las instancias municipales y estatales de procuración de justicia y de seguridad pública, que cuentan en este momento con una acción coordinada para atender todas las líneas de investigación o aquellas que pudieran surgir a partir de la misma y que permitan garantizar el esclarecimiento pleno de este hecho condenable para que no quede impune”.

Toman antecedentes de aparición previa

El pasado 13 de junio, Malpica ofreció una conferencia de prensa, donde acusó la existencia de una red de corrupción al interior de la BUAP y ligó en ella a Enrique Agüera.

Esta red, según dio a conocer, era operada por su ex esposa, la investigadora María Eugenia Ochoa. así como María Esther Gámez, ex abogada de la universidad y actual candidata a síndico de la planilla de Enrique Agüera, el asesor del rector Rafael Torres Rocha y la contralora  Mayela Delong Carsorio.

Malpica Uribe acusó a estos personajes de hacer un mal ejercicio de los recursos públicos durante la administración de Agüera y dijo que facturaron compras que nunca se realizaron.

Esta denuncia la presentó ante el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (OFS) a fin de que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes.

El hoy occiso emplazó a Enrique Agüera para esclarecer lo anterior, pues de lo anterior iniciaría una huelga de hambre para manifestar su inconformidad.

De rector a candidato a alcalde

Malpica Uribe fue rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla de 1987 a 1989, y al inicio de su gestión contaba con 32 años de edad.

Ganó la rectoría con más del 80 por ciento de la votación del Consejo Universitario, con una postulación basada en la educación popular, pública y gratuita.

Actualmente fungía como coordinador académico del Departamento de Investigaciones Históricas del Movimiento Obrero.

En 1992 fue encarcelado, tras ser acusado de los delitos de fraude, peculado y abuso de confianza, al atribuírsele supuestas anomalías en el manejo del presupuesto de la institución universitaria.

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