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Egresa nueva generación de biomédicos de la BUAP
Para la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es una gran satisfacción egresar a la generación 2008-2013 de la Licenciatura en Biomedicina, que sin duda aportará profesionistas brillantes a la sociedad, destacó el doctor Jorge David Cortés Moreno, director de Comunicación Institucional de la BUAP, quien asistió a la ceremonia de graduación en representación del rector Alfonso Esparza Ortiz.
“No me queda duda de que esta Universidad y particularmente esta generación de Biomedicina egresa a estudiantes brillantes, entre quienes estarán los grandes científicos mexicanos del futuro”, remarcó.
En el Paraninfo del Edificio Carolino, donde se llevó a cabo el protocolo de graduación de los 14 nuevos biomédicos, el doctor Cortés Moreno, a solicitud expresa del Rector felicitó a los egresados, a los padres de familia y a los profesores por el esfuerzo realizado.
Resaltó que en los últimos 10 años, las condiciones de la Institución han cambiado para bien, bajo la responsabilidad de poner al alcance de los alumnos los mejores maestros, espacios y las condiciones óptimas para su desarrollo.
En una emotiva ceremonia presidida, además, por la representante del Director de la Facultad de Medicina de la BUAP, Margarita Muñoz Guarneros, los padrinos de generación Beatriz Eugenia Vaca y Enrique Soto Eguibar, el representante del Instituto de Fisiología, Eduardo Monjaraz y la coordinadora de la Licenciatura en Biomedicina, Patricia Pardo, el doctor Cortes Moreno entregó los reconocimientos a los graduados.
El doctor Soto Eguibar destacó que se trata de una generación privilegiada al estar constituida por 14 estudiantes y exhortó a los graduados a seguir preparándose, a trabajar en un laboratorio, a aprender a leer la simbología de la ciencia y a desarrollar su intuición, al tiempo de augurarles un gran futuro.
Eliana Jocelyn Fernández Domínguez, a nombre de los egresados, lamentó que hoy la sociedad no entienda el valor de la ciencia, ni asuma que es la base del progreso, razón por la que dedicaron su esfuerzo, paciencia e ingenio para formarse como investigadores y biomédicos, y descubrir un mundo de posibilidades.
“Ser biomédico es motivo de orgullo y privilegio, es haber encontrado el camino para apreciar la vida de forma diferente, es no conformarse con saber, no rendirse con entender, sino apreciar lo ínfimo y lo basto y aun así querer más; es amar lo que haces”, concluyó.