Con la fingida sonrisa que caracteriza al candidato Antonio Gali Fayad, inicio su participación en lo que denomina el IEE, debate. Desde luego, nada más alejado  que  un debate fue lo que el Instituto Estatal Electoral presento a la escasa audiencia poblana porque simplemente  la autoridad electoral no tuvo tiempo de informar a quienes le cubren su salario que habría un debate, al margen de ello, la conclusión del doctor Rafael  Moreno Valle Rosas y la instrucción al IEE, es no más debates.

Es sencillo concluir de la manera que lo hace el ejecutivo, pues el personaje que verdaderamente le quita el sueño al gobernador, salió victoriosa en el referido debate; es decir, Ana Teresa Aranda Orozco, quien  devoró al encopetado delfín del gobernador, ello resultaba obvio pues la candidata independiente había estudiado muy de cerca al ahora panista Gali Fayad, pero además anticipadamente conoció las instrucciones que recibió este para presentarse al debate, es decir “evadir Ana Teresa Aranda como si esta no fuera parte de la contienda electoral y dirigirse específicamente a Blanca Alcalá”, pero además presentarse como un hombre con solidas raíces poblanas, por ello, desde su presentación la candidata independiente con claridad estableció su nexo de poblanidad.

En esta ocasión puede decirse que  el manual de instrucciones fallo y aun cuando ninguno de los candidatos se mostró conocedor de lo que es una réplica y contra replica o una objeción en un debate, es claro que para los adversarios de Antonio Gali Fayad, el tema a debatir lo fue “el trabajo desarrollado durante cinco años por el doctor Rafael Moreno Valle Rosas”, es decir,  los supuestos temas acordados por el IEE, transitaron por el arco del triunfo de los contrincantes y en este sentido el delfín del gobernador perdió el debate desde el momento mismo que se enfrasco con la candidata priista en un tema que ya da flojera a los poblanos, esto es el pasado priista o más bien dicho la impunidad propiciada por el actual gobierno.

Mientras lo que cito últimamente acontecía, la candidata independiente no perdió sus tiempos de intervención y se mostró conocedora absoluta de las directrices de gobernador, lo cual le permitió atacar con claridad a Gali Fayad que poco a poco fue perdiendo la sonrisa hasta morder el polvo levantado por Ana Teresa Aranda Orozco, quien no tuvo ocasión para el nerviosismo que en sentido opuesto causo estragos en la abanderada del PRD y no se diga del candidato de  Morena quien jamás pudo situarse en el debate.

Desde luego, que sería interesante ver a los candidatos en un foro más democrático como lo pudiera generar  la UDLAP,  el Tec de Monterrey campus Puebla o la propia IBERO, sin embargo, como ello no acontecerá y no habrá más debate, porque el gobierno lo sabe ello haría trizas al candidato oficialista quien es  de baja tolerancia a la frustración, como así lo demostró en la ocasión que fue increpado en la UDLAP, por un joven Universitario, el que por cierto no salió bien librado del poder político y económico que el menor de los Gali mostro en dicho campus.

Resta a los poblanos denostar la basura electoral y reitero lo dicho en anteriores entregas, razonar debidamente el voto y ejercerlo con la firme convicción de contrarrestar al voto de la ignorancia el que sucumbe por un bulto de cemento, una despensa, una lámina o una falsa  y reiterada promesa, es decir, el voto que por mucho tiempo ha estancado a nuestro país. Concluyo, dejemos a un lado el circo electoral, razones el voto, cuestionemos a los y las candidatas pues  verdaderamente está en juego mucho  más que un corto periodo de gobierno.

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