En Puebla, seis de cada diez mujeres mayores de 15 años son víctimas de violencia, lo que representa un gran problema social pues se presenta de diferentes maneras, que pueden ser emocional, física, sexual, económica, patrimonial, y discriminación laboral, y cometida por la pareja, esposo, novio, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por personas conocidas o extrañas.

De las mujeres de 15 y más años, 48.5% tiene o tuvieron al menos una relación de pareja –ya sea de cohabitación por medio del matrimonio o la unión de hecho o noviazgo sin vivir juntos- y han enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última, a lo largo de su relación.

Asimismo, cuatro de cada diez las mujeres poblanas declaró que al menos una vez ha sido agredida de diferentes formas por personas distintas a su pareja, ya sea por familiares, conocidos o extraños, en diferentes espacios.

De acuerdo con el tipo de violencia, la emocional es la que presenta la prevalencia más alta (46.5%), y ocurre principalmente por la pareja o esposo (45.2%). Por el contrario, la violencia sexual ha sido experimentada por una de cada tres mujeres (33.7%), pero particularmente la ejercida por agresores distintos a la pareja (28.7%) y en sus distinta formas, desde la intimidación, el abuso o acoso sexual.

Datos proporcionados por el Inegi con motivo del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer revelan además que las mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja o de cualquier otro agresor tienen entre 40 y 49 años de edad; 69 de cada 100 han enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso.

En Puebla, 63 de cada 100 mujeres han sido víctimas alguna vez de cualquier tipo de abuso, incluyendo la discriminación. Al combinar las dimensiones que lo integran, se aprecia que 20.8% ha recibido agresiones sólo de su pareja; 11.5% de cualquier otro agresor; 11.0% fue discriminada en el trabajo porque le pidieron constancia médica de no gravidez. El resto, han sido violentadas por más de un agresor, incluyendo a su pareja o expareja (suman 19.6%).

Ello muestra que las mujeres están sometidas a agresiones múltiples, que se ejercen por muy diversos agresores, desde los más cercanos hasta por extraños o ajenos a su espacio y relaciones cercanas.

Durante 2013 se registraron en Puebla 2 mil 595 defunciones por causas externas, 69.3% a causa de algún tipo de accidente y 30.7% provocadas por agresiones intencionales infligidas en contra del fallecido, por otras personas o por sí mismas, con la intención de provocar un daño letal.

De las defunciones por causa accidentales y violentas, 568 son defunciones de mujeres;  72.5% provocadas por un accidente, 18.9% a consecuencia de un homicidio y 8.6% por suicidio.

En el contexto nacional, resalta el hecho de que la violencia contra las mujeres está ampliamente extendida en todo el país, y no se trata de actos aislados, sino de un patrón general, ya que, con excepción de Chiapas, todas las entidades están por encima de 50%. Puebla tiene un porcentaje similar al Nacional (62.8%).

El periodo de mayor violencia en Puebla se ubica entre 2011 y 2013, observándose que alcanzó su nivel más alto en 2013 al llegar a 9 defunciones por cada 100 mil habitantes. Si bien esta tasa es mayor entre los hombres (15.5), entre las mujeres asciende y alcanza su valor más alto en 2013 (3.4 por cada 100 mil mujeres).

En 2013, las entidades de Guerrero y Chihuahua presentan las tasas más altas de homicidios, tanto en hombres como en mujeres. Por el contrario, Hidalgo, junto con Aguascalientes y Yucatán, se ubican entre las tres entidades del país con menor tasa de homicidios de mujeres, mientras que en Puebla  son 3.4 homicidios por cada 100 mil mujeres residentes en la entidad y con una tasa de 15.5 homicidios de hombres por cada 100 mil hombres residentes; ambas cifras inferiores al promedio nacional.