El procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, informó que los tres detenidos por el asesinato del Vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet y uno de sus escoltas confesaron pertenecer a la organización criminal de Los Caballeros Templarios.

"(Los detenidos) declaran formar parte de un grupo delictivo, de un grupo de delincuentes que se denominan a sí mismos Caballeros Templarios y a los que les pagan un salario mensual de 7 mil 500 pesos por robar, extorsionar y cometer secuestros, entre otra serie de delitos".

En conferencia de prensa, el funcionario dijo que estas personas viajaban a bordo de camionetas desde las cuales atacaron al vehículo en el que se transportaba el comandante de la Octava Zona Naval, acompañado de su esposa, su chofer y dos escoltas.

De acuerdo con una nota del periódico Reforma, el vocero de seguridad del Gobierno federal, Eduardo Sánchez, informó que los detenidos fueron identificados como José Trinidad Arroyo Regalado, Ramiro Barajas Alvarado y Timoteo Vargas Infante, a quienes se les aseguraron cuatro armas largas y una corta, todas ellas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.

Murillo Karam explicó que el ataque se realizó alrededor de las 12:30 horas en un camino secundario de Michoacán, cuando el Vicealmirante, quien vestía de civil, regresaba a Puerto Vallarta, Jalisco, donde está su centro de trabajo, luego de estar un fin de semana de descanso en Michoacán.

Al ir circulando sobre esta vialidad, precisó el funcionario, una camioneta con varios individuos a bordo los interceptó y les pidió que se identificaran, después llegó otra camioneta con más hombres, quienes empezaron a disparar contra la Suburban en la que viajaba el mando naval.

"Al enterarse el Almirante en una caseta de cobro que la carretera, su continuación, estaba bloqueada, decidió tomar una ruta alterna para llegar a tiempo a sus labores, por lo que siguió un camino secundario con ese propósito", precisó Murillo.

"En el trayecto fue interceptado por una camioneta que le cerró el paso y sus tripulantes le exigían que se identificaran, cuando de momento llegó otra camioneta que seguramente era parte del mismo grupo, todos fuertemente armados y de repente comenzaron a disparar".

El Procurador añadió que Salazar Ramonet cubrió con su cuerpo en el piso a su esposa, quien resultó con heridas leves y está fuera de peligro.

Se violaron protocolos de seguridad

Según otra nota del diario 24 Horas, este homicidio representa el primer ataque directo a la jerarquía de las Fuerzas Armadas, en el contexto del despliegue del Estado contra las organizaciones de narcotraficantes.

Fue el propio vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, con más de 25 años de experiencia y jefe de al menos mil 500 marinos en la Octava Zona Naval, quien se dirigió a la trampa que le costaría la vida.

Sin informar a sus superiores, violando todos los protocolos de seguridad, para esquivar un bloqueo, el mando naval decidió tomar un camino secundario, en una zona en la que ya se habían registrado ataques violentos.

Debido a que se trataba de una zona de riesgo, los protocolos de seguridad indican que mandos como Salazar Ramonet, jefe de la Octava Zona de la Fuerza Naval del Pacífico, debió reportar su cambio de ruta hacia un camino alterno y el área en la que se encontraba. Pero no lo hizo.

En sólo cinco meses se han registrado dos choques armados en la zona. En Noviembre de 2012 un enfrentamiento entre militares del 17 Batallón de Infantería y hombres armados, en el poblado de San Juan Bautista, en Churintzio. En esta ocasión murieron cinco presuntos delincuentes. Se trata del mismo camino por el que se desviaron los marinos. Otro caso más, reportaron los habitantes, tuvo lugar en abril pasado, pero de eso poco se supo.

Las fuentes consultadas por el diario 24 Horas revelaron también que los cuerpos de las personas que fallecieron fueron removidos del lugar por los militares antes de que llegara el Ministerio Público y los peritos. Lo que representa una violación a los protocolo de preservación del lugar de los hechos y la escena del crimen, firmados por las fuerzas federales el sexenio pasado.

El vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet y el Segundo Maestre Francisco Ricardo Hernández Mercado, asesinados presuntamente por Caballeros Templarios, fueron homenajeados a puerta cerrada en la Secretaría de Marina. La ceremonia, estuvo encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto, quien estuvo acompañado de los integrantes del gabinete de seguridad.

El presidente expresó su pésame a familiares y amigos de los elementos caídos, y dijo un su muerte representa “una profunda pérdidas para la Nación”. Por su parte el secretario de Marina, Vidal Soberón Sanz, calificó como “cobarde” la agresión que sufrieron sus elementos, y reconoció la valentía de los marinos.