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CEEY reprueba a ex diputados por opacos y sumisos

  • Blanca Patricia Galindo
El último año de la LVIII legislatura saco 4.2 en la evaluación de Desempeño Institucional y de la Actividad Legislativa
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Una calificación de apenas 4.2 fue la que alcanzaron los diputados de la LVIII Legislatura en su tercer y último año de actividades, debido a la opacidad con la que trabajaron y a su escasa presentación de iniciativas de ley, superados incluso por el Poder Ejecutivo que se constituyó en una especie de “Gran legislador”.

De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, dirigido por Enrique Cárdenas Sánchez, la labor legislativa dejó mucho que desear en su último año, pues contrario a lo que se podía pensar, en el sentido de que a mayor experiencia, mejores resultados, su actividad fue menor a la de los primeros dos años.

En conferencia de prensa donde se dieron a conocer los resultados de la Evaluación de Desempeño Institucional y de la Actividad Legislativa del Congreso de Puebla, especialistas de distintas instituciones y organismos coincidieron en señalar que el tercero fue el peor año de los diputados, cuyo presidente fue Mario Riestra Piña.

Destacan opacidad legislativa

Indicaron que a pesar de que se hicieron diversas solicitudes para que las actas de sesiones tanto de las comisiones como del pleno de la Legislatura fueran hechas públicas, sobre todo a través del  portal de internet del Congreso, esto no se realizó así, lo que impidió conocer cómo fueron las discusiones de los diputados, sobre todo en temas cruciales para el estado.

“Los evaluadores pudieron constatar sólo parte de los procesos legislativos, pero no los procesos deliberativos en sí. Tal es el caso del dictamen de las cuentas públicas, en donde no es posible afirmar que los legisladores realizaron un escrupuloso estudio de cómo se gastó el presupuesto, y si de ese estudio se pueden exigir responsabilidades específicas”.

Otra vez Moreno Valle gana a diputados

Claudia Debler, integrante del CEEY, señaló que fue el Poder Ejecutivo y no el legislativo el que mayor número de iniciativas de ley presentó durante el tercer año de la LVIII Legislatura, y el que más éxito en su aprobación obtuvo. “La gran mayoría de estas iniciativas fueron aprobadas sin grandes cambios y en tiempo récord, si se compara con las que fueron presentadas y aprobadas por legisladores”, se indicó.

En la evaluación coordinada por el CEEY participaron académicos de instituciones como la BUAP, la Upaep y la Universidad Iberoamericana, mismas que continuarán con este trabajo de análisis durante la legislatura en turno.

Cae calificación en último año

Sobre los aspectos que se analizaron, se apuntó que la Evaluación del Desempeño Institucional logró 5.1 puntos; la Evaluación de la Labor Legislativa, 3.3 y la calificación final fue de 4.2 para los anteriores diputados locales.

Cabe señalar que en la pasada evaluación, sobre el penúltimo año de la LVIII legislatura, la calificación para el Congreso fue de 6, pero un año después cayó 1.8 puntos.

Se destacó que durante el tercer año la LVIII Legislatura se negó a hacer públicas las versiones estenográficas y actas de las diferentes comisiones, a pesar de que debieron hacerlo porque así lo establece la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

Óscar Gutiérrez, uno de los especialistas que participó en la evaluación, anotó que ese tipo de situaciones hacen que se denote debilidad en las instituciones, pues “las reglas son muy claras, pero se ejercen con poca transparencia”.

En ello coincidió la académica Lilia Vélez Iglesias, quien consideró que existe una grave crisis de credibilidad en las instituciones y en sus representantes, lo que debe ser revertido para aumentar la confianza de la ciudadanía.

Para finalizar se manifestó que la actuación de la pasada legislatura da a pensar a algunos que pudo darse un sometimiento del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo, sobre todo en lo que se refiere a la aprobación de las cuentas públicas.

Cabe señalar que este medio buscó al ex presidente del Congreso, Mario Riestra Piña, para conocer su opinión sobre la evaluación del CEEY, sin embargo no se le localizó.

Mientras que Josefina Buxadé Castelán, ex presidenta de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información en la pasada legislatura, declinó a hacer cualquier comentario ya que desconoce el contenido del documento.

 

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