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Alfeñiques de Atlixco: tradición artesanal que cruza fronteras

  • Joselyn Meneses
Monserrat Medina preserva la tradición de los alfeñiques en Atlixco, dulces esenciales del Día de Muertos que han llegado a EEUU y Colombia
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Monserrat Medina Escalona, originaria de Atlixco, es una de las artesanas que mantiene viva una tradición que ha perdurado por más de cinco generaciones en su familia: la elaboración de alfeñiques. Estos dulces, que son parte esencial de las ofrendas del Día de Muertos, son producidos artesanalmente por al menos 50 familias en este municipio.

 

Atlixco no solo es conocido por su clima y sus flores, sino también por ser un importante productor de alfeñiques y calaveritas de azúcar, aunque muchos consumidores desconocen este hecho: “Es importante que la gente sepa que muchos de los alfeñiques y calaveritas que ven en Puebla capital o Izúcar de Matamoros provienen de Atlixco”, comenta Monserrat.

El alfeñique es un dulce elaborado a base de azúcar glas y grenetina, lo que permite moldear figuras como calaveras, cruces, ataúdes y patitos, entre otros, que decoran las ofrendas del Día de Muertos. La labor de los artesanos no termina en la creación de las figuras; la decoración meticulosa es un trabajo artístico que requiere tiempo y dedicación. Las calaveras grandes, por ejemplo, son personalizadas con nombres o detalles específicos, lo que representa un mayor esfuerzo.

 

Los preparativos para la temporada de Día de Muertos comienzan desde enero, cuando las familias de artesanos inician la producción para poder satisfacer la gran demanda de octubre y noviembre. Durante esta época, las calles de Atlixco se llenan de colores, azúcar y tradición, y los alfeñiques se convierten en los protagonistas de las celebraciones.

 

Sin embargo, una preocupación latente entre los artesanos es que pueda desaparecer con el tiempo debido a la competencia de productos industriales: “Es vital que se sigan haciendo artesanalmente para que no se pierda el valor cultural de los alfeñiques”, subrayó Monserrat.

 

Los alfeñiques de Atlixco no solo se disfrutan en México, sino que también han llegado a países como Colombia y Estados Unidos, donde son valorados como parte de la cultura mexicana. Gracias al esfuerzo de artesanas como Monserrat, esta dulce tradición  cruza fronteras y comparte un pedacito de Atlixco con el mundo. (RC)

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