Esta semana se dio a conocer la noticia sobre el asesinato de Vicente Ramírez Santiago, mejor conocido como Rosty Bazendu, rapero zapoteca y defensor de su lengua originaria, por lo que la situación fue lamentada situación por la comunidad artística-cultural de México.

La noche del martes 30 de julio, el cuerpo de Rosty Bazendu fue hallado con signos de tortura y heridas de bala en la colonia José Gregorio Meléndez de municipio Juchitán de Zaragoza, en Oaxaca, de donde era originario.

Aunque no se conocen más detalles sobre el móvil, la vida del rapero ha sido recordada gracias a su trabajo que ayudó a reivindicar la lengua zapoteca, pues incluso señalan que su trabajó ayudó más que cualquier otro funcionario o gobierno.

De acuerdo con una nota rescatada por Gerardo Valdivieso Parada, Rosty comenzó a escuchar rap desde que estudiaba la secundaria y a medida que fue conociendo más exponentes, sus ganas de crear sus propias líricas crecieron.

Fue en 2010 cuando grabó su primera canción, sin embargo, se dio cuenta de que no se identificaba con el rap comercial, quería que sus letras no hablaran de drogas, peleas, sino que quería “dar un buen mensaje al oyente”.

Un año después en 2011, decide rapear usando su lengua materna: el zapoteco istmeño que era marginado, pues en su escuela siempre les enseñaron que no les serviría para nada y que quienes lo hablaban era ignorantes y nacos.

En su empeño por hacer buenas canciones, comenzó su investigación de palabras zapotecas que no conocía como arcaísmos y proverbios. Su música fue bien recibida en la región, pues la escuchaban en la radio y la guardaban en sus teléfonos celulares.

“(Mi música) refleja el sentir de un pueblo oprimido por la maldad, la desigualdad, la extinción de la cultura, las injusticias, la violencia y la tiranía de políticos cegados por el poder, que tienen en sus manos la facultad de decidir por todos”, declaró en una entrevista para Zanya Libertad Echeverría Velázquez para el Laboratorio Nacional de Materiales Orales (LANM).

Gracias a su labor, logró que una generación de jóvenes volteara a ver su lengua materna como el zapoteca con orgullo: “ahora ya se volteó la tortilla, ahora odian a sus padres porque no les enseñaron el zapoteco”, sentenció Rosty Bazendu, quien además de rapero zapoteca también hacía grafitti.