Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de las Fuerzas Armadas de Guatemala (FAG) desplegaron diversas tropas a lo largo de puntos estratégicos de la frontera entre ambos países debido a la escalada de violencia que se registró en la zona por los enfrentamientos entre integrantes del Cartel de Sinaloa y del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Diversos reportes señalaron que el Ejército Mexicano, en conjunto con integrantes de la Guardia Nacional, desplegaron el domingo 28 de julio un operativo en el municipio chiapaneco de Amatenango de la Frontera, luego de que habitantes de dicha localidad huyeran hacia Guatemala la pasada semana por temor a los enfrentamientos con criminales.

Por su parte, las Fuerzas Armadas de Guatemala establecieron un perímetro de seguridad en el departamento de Huehuetenango, ubicado en Cuilco, donde se hizo el despliegue de ametralladoras y otro armamento militar con el objetivo de enfrentar cualquier amenaza que provenga de México.

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Indígenas tsotsiles llevan una semana refugiados en casa de cultura

Más de cien habitantes de etnia tsotsil de la localidad Tzanembolom, ubicada en Chenalhó, fueron trasladados por elementos de la Policía y Protección Civil a la Casa de Cultura del municipio, luego de que fueran amenazados por un comando armado perteneciente al grupo criminal autodenominado “Fracción Tzanembolom”.

Aunque actualmente se encuentran resguardados por elementos de seguridad pública, se desconoce hasta cuándo podrán regresar a sus viviendas, debido a los conflictos que se registraron en la zona entre diversos grupos criminales que actualmente se disputan el control fronterizo para el tráfico de drogas.

Denuncian abusos contra presos en penales de Chiapas

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) denuncio que la situación en la que se encuentran diferentes Centros Estatales de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) favorece la violación de derechos humanos de los presos por situaciones tales como hacinamiento, maltratos y tortura física.

Otro de los malestares de los presidiarios son las constantes enfermedades que existen dentro de los edificios, ya que debido a la sobrepoblación de las prisiones se favorece el contagio y además de que no se cuenta con el apoyo suficiente para atender la salud de aquellos que padecen estos malestares. (JRLM)