Nada que presumir

El informe de los 100 días de administración de Antonio Gali Fayad, estuvo plagado  de claro – oscuros, -más oscuros que claros-. Fue un día fatal para el alcalde poblano. Todo le salió mal, empezando por la manifestación de maestros que se realizó en la explanada del zócalo, que por el escándalo, impedía escuchar bien el mensaje del presidente municipal y el berrinche de 11 de los 23 regidores, que abandonaron el Teatro de la Ciudad, molestos porque no se les dio su lugar.

Guillermo Aréchiga, Secretario de Gobernación municipal, -no da una-, fue incapaz de conciliar con los manifestantes, quienes al parecer sin proponérselo, cumplieron con su objetivo: boicotear el informe de Gali Fayad, quien por cierto dijo haber realizado 350 acciones de gobierno, -dónde están…?-, destacando la pavimentación con cemento hidráulico de algunas de las principales avenidas de la ciudad, en coordinación con el gobierno del Estado.

La verdad, solo hay que hacer memoria y remitirse a los boletines oficiales del gobierno del Estado. Durante el tercer informe de Rafael Moreno Valle Rosas, anunció la pavimentación con cemento hidráulico de avenida 31 Poniente-Oriente, desde el bulevar Estéban de Antuñano hasta la 24 Sur; Circuito Juan Pablo II, entre bulevard Atlixco y bulevar Vicente Suárez y  Av. 25 Poniente-Oriente, entre bulevar Estéban de Antuñano hasta la 24 Sur. Todas estas obras se iniciaron semanas antes de que Eduardo Rivera dejara su responsabilidad como presidente municipal. El banderazo de arranque ya se había dado.

Efectivamente ha sido el gobierno del Estado el que ha realizado la obra de pavimentación con cemento hidráulico, pero el actual ayuntamiento poblano se cuelga medallas que no merece. Por ello, Antonio Gali, en su mensaje de los 100 días, no escatimó elogios para Rafael Moreno Valle Rosas y colaboradores.

Otro mal momento que hicieron pasar a Gali Fayad, víctima de sus asesores y organizadores del evento, fue la salida intempestiva del Teatro de la Ciudad, de 11 de los 23 regidores del PRI, PT, PRD y hasta de Francisco Carlos Cobos Marín del PAN. Ellos, los cabilderos, no aceptaron que los hayan ubicado en galerías.

Los lugares que correspondían a los regidores, indebidamente fueron asignados a familiares de Antonio Gali Fayad y altos funcionarios del gobierno estatal, cuando en verdad ellos son la máxima autoridad en la capital poblana. Fue un acto de dignidad, no de rebeldía.

De nada valieron las súplicas de Mario Riestra para reconsiderar su actitud  y volvieran al Teatro de la Ciudad para escuchar, entre otras cosas importantes el Plan de Desarrollo Municipal y otras cuestiones intrascendentes. La verdad,  no se perdieron de nada importante. SALUCITA DE LA BUENA.

fomca_49@yahoo.com.mx

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