Daniel Báez Bermejo, ahora ex docente de la Universidad Politécnica de Puebla, acosó sexualmente a una estudiante y fue sancionado con la inhabilitación temporal para tener cargos públicos por un periodo de siete meses y seis días, por una falta que se consideró no grave.

La sanción contra el exfuncionario estatal se dio a conocer hasta este año, aunque el caso ocurrió en enero de 2019 y él ya no es parte de la institución desde el 27 de noviembre de 2020.

La denuncia formal contra el docente se realizó el 12 de junio del año pasado. Llevaba cuatro años, 11 meses y tres días trabajando en la institución, de acuerdo con datos publicados por la Secretaría de Educación Pública en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

En el expediente del caso se detalla que el profesor del programa Ingeniería Financiera solicitó fotografías “sexis” a una de las estudiantes de la universidad el 4 de enero de 2019.

“Oye dianita en verdad dime qué puedo hacer por una fotito tuya sexy en verdad soy discreto” escribió el docente a través de Facebook a la estudiante.

En su defensa, el maestro argumentó que la joven ya no era estudiante de la universidad cuando le envió el mensaje pues perdió su calidad de alumna en 2018, sin embargo, en el expediente de investigación se detalla que la estudiante se dio de baja hasta el 8 de abril de 2019.

Sobre la petición de las fotografías, el maestro afirmó que todo se dio en un marco de amistad. “Ya eran términos de una amistad fuera de la universidad ya que la alumna perdió su calidad de alumna en el 2018, se retiró de la universidad, para mí sería una foto común donde se viera brillante o elegante, no lo envié de forma lasciva o en modo de desnudes” (sic).

Báez Bermejo declaró que mantenía conversaciones con la denunciante para aconsejarla porque ella tenía depresión, no se alimentaba correctamente, se enfermaba e incluso se hacía heridas en los brazos.

“Era una estudiante foránea y vivía con soledad y tenía problemas con su novio, entonces mis consejos y recomendaciones eran que se dedicara a estudia, entrar a sus clases porque detecté que no entraba (…) en una ocasión me manifestó que intentó suicidarse”, expresó el académico al ser cuestionado.

El maestro reconoció que no tenía más que conocimientos intuitivos para atender los presuntos problemas de la estudiante pues los tutores no reciben capacitación psicopedagógica y negó haberle recetado medicamentos, pues su única recomendación fue que se “acercara a Dios y entrara a sus clases”.

El acusado mencionó que sí informó sobre los problemas de la estudiante a Roberto Viloria, director de Ingeniería Financiera en 2017, al secretario académico de ese entonces y así como a la enfermera Lili Vázquez Villa.

El docente tenía contacto con sus alumnos por redes sociales y también con ex estudiantes con el argumento de que así lo marcaban los programas de la institución para dar seguimiento a los egresados.