La marcha que se pintó de diamantina

  • Laura Carreto Tirado
Los estados con un mayor índice de feminicidios son: Estado de México, Veracruz, Nuevo León

Según las cifras oficiales, nueve mujeres son asesinadas cada día en México. Y cada cuatro minutos se produce una violación; 40% por ciento de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de abuso. En el último balance del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio concluyó que: entre 2014 y 2017 unas 8, 904 mujeres han sido asesinadas en México, sin embargo, solo un 30% de los casos fue investigado bajo los protocolos del feminicidio.

Los estados con un mayor índice de feminicidios son: Estado de México, Veracruz, Nuevo León y Chihuahua. Las cifras de la Secretaria de Gobernación apuntan a dos asesinatos por día (Animal político, 2018).

La violencia hacia las mujeres es reflejo de una cultura y una estructura social machista que domina inclusive en las instituciones públicas, se ha “normalizado” la desaparición y la violencia de género. Y es que si hacemos un análisis sobre lo que escuchamos en los espacios públicos, nos queda claro que existe una tendencia cultural de juzgar más a la mujer, los adjetivos calificativos son despectivos, aún predominan los prejuicios ¿Quién no ha escuchado las frases?: “Las mujeres no saben manejar”; “¡Mujeres juntas ni difuntas!”? Los chistes misóginos son algo común en las reuniones entre caballeros.

¿Existe algo más machista que el término “feminazi”? Una palabra que trata de denostar al movimiento feminista. No existen campos de concentración de hombres, ni mucho menos se trata de un exterminio. Diariamente a quienes matan son a las mujeres, recientemente en este fin de semana hubo dos feminicidios, uno en Puebla: el de Judith Abigail y el de una señora llamada Eustalia de 62 años en Zacatecas.

Lamentablemente todo esto ha pasado a ser parte de la cotidianidad, ante la quietud de las autoridades que se ven sobrepasadas en las investigaciones. El gobierno tiene la responsabilidad de investigar cada caso, de manera precisa e inmediata; y la sociedad tiene como tarea inculcar más valores, pues el machismo ha sido el principal problema.

Es necesario hacer un análisis sobre lo que muestran los medios de comunicación, las redes sociales, las telenovelas, anuncios comerciales en nuestro país. En general hacen de la mujer un “objeto”, explotan una imagen sexualizada; y por el lado contrario, también enaltecen a la figura de madre abnegada, quienes deben de dar todo por su familia. Se trata de imágenes sesgadas, esta proyección va en contra de la equidad de género y de la lucha por los derechos de las mujeres, de manera directa contribuyen a la violencia hacia la mujer.  

Con los datos anteriormente expuestos, queda claro que las feministas tienen muchas razones para manifestarse. Y es que el problema ha sido el sistema que nos ha dominado y del que todos salimos perdiendo. Tanto hombres como mujeres estamos inmersos en esta estructura patriarcal, que ha repartido inequitativamente papeles a ambos géneros.

Las manifestaciones del viernes pasado en el centro de la CDMX y otras ciudades importantes, como la nuestra, fueron una expresión de hartazgo de ese sistema patriarcal, y de la violencia sistemática y estructural hacia la mujer. Fueron concentraciones históricas con el objetivo específico de protestar en contra de los 4 policías que violaron a una menor de edad en la capital. Las pintas y vandalismo que “hicieron” las feministas, fueron el tema central en los medios de comunicación, dejando a un lado el problema tan grave como el de feminicidios. Sin duda alguna hubo provocadores durante la marcha, algunos mandados de partidos políticos distintos al del gobierno de esta ciudad. Pero esto no nos debe desviar del tema principal que son los feminicidios y la urgencia social para que esto pare.

Es necesario mencionar que los hombres son clave en la lucha por la equidad de género, quienes se nieguen a ver esto, están perdiendo de vista a los aliados más importantes. Una sociedad equitativa sólo se puede lograr con la suma de voluntades: simplemente no se podrá avanzar hacia una nueva construcción social sin la ayuda mutua y la empatía. Pero a su vez también es importante que los hombres, al igual que las mujeres puedan generar un cambio importante a corto plazo, como rechazar los chistes misóginos, miradas lascivas, no estereotipar al feminismo, y además promover una crianza libre de estereotipos de género, entre muchas otras cosas.

Bajo esta perspectiva insistir en la tolerancia y sobre todo sabernos sujetos activos, que podemos hacer cambios positivos para que la violencia no continúe, todos somos parte del problema y podemos aportar desde nuestra trinchera, como maestros, tíos, padres, hermanos nuestro objetivo debe ser educar con amor y valores. Promover la cultura de la paz debe ser nuestro prioridad social.

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Laura Carreto Tirado

Licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Ciencias Políticas ambos grados por la BUAP. Especializada en temas migratorios y en la Relación México-Estados Unidos. Ha investigado y escrito al respecto en libros y revistas