El horror de ser mujer

  • Patricia Estrada

Los casos de tortura y violaciones en la India son escandalosos. Datos oficiales revelan un crecimiento de 875% en los últimos 40 años.

En diciembre de 2012, una adolescente fue víctima de una violación colectiva y arrojada al asfalto desde un autobús en movimiento; las letales heridas le costaron la vida en un hospital de Singapur.

La víctima enfrentó el trauma de un abuso sexual sin precedentes (inclusive con una barra de hierro oxidada) y la indiferencia de los médicos del hospital indio, que de mala gana atendieron las súplicas de ayuda de la joven y su amigo.

La indignación social se volvió bandera de lucha de cientos de personas que exigieron en multitudinarias protestas el alto a la violencia sexual, en un país donde es inexistente la igualdad de sexos.

La policía -que a menudo intenta convencer a las jóvenes atacadas de no presentar la denuncia- atrapó a 6 agresores, entre ellos un menor de edad, a quien sentenciaron a solo 3 años de cárcel mientras que el líder de la banda se suicidó en prisión.

Aunque el Parlamento aprobó en marzo de 2013 leyes más duras para castigar los crímenes sexuales hasta con 20 años de prisión o pena de muerte si la víctima fallece, las atrocidades han continuado; los abusos, los acosos, los ataques con ácido y el tráfico de mujeres.

Juzguen ustedes el infierno para las mujeres:

En enero, una mujer casada de 29 años de edad fue retenida por el chofer de un autobús y su ayudante. La violaron toda la noche y al día siguiente fue liberada.

En ese mismo mes, una niña de 4 años de edad fue abusada arriba del camión escolar por el conductor de la unidad, un sujeto de 35 años.

En febrero, tres hermanas de 6, 9 y 11 años de edad fueron violadas, asesinadas y tiradas a un pozo en una aldea del oeste de India.

A mediados de marzo, una turista suiza de 39 años fue violada por seis hombres en presencia de su marido cuando acampaban en un bosque.

En abril, secuestraron y violaron repetidamente a una niña de cinco años hasta que la hallaron semiconsciente tres días más tarde.

En agosto, una fotógrafa de 23 años fue atacada en grupo cuando cumplía con un encargo periodístico. También una niña de siete años fue abusada en el el baño de un tren en el centro de la India.

En diciembre, una chica de 21 años fue secuestrada y violada por seis hombres, tras visitar a una de sus amistades.

Al inicio de este año, una joven de 16 años de edad fue violada en dos ocasiones por haberse negado a retirar la denuncia de la primera agresión. En represalia, los agresores le prendieron fuego.

Los activistas han acusado que las víctimas de violaciones son amenazadas e intimidadas por sus verdugos, y peor aún por el sistema judicial que vulnera los derechos de las mujeres, al negarles protección gubernamental, asesoría legal y tratamientos psicológicos.

Lamentablemente el peligro para ellas nunca acabará porque en su cultura, las mujeres (turistas o no) valen menos que la vida de un animal.

Mi cuenta en Twitter @estradapaty

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Patricia Estrada

Directora de noticias y conductora del noticiero de La Tropical Caliente 102.1 FM

Ex reportera de Ultranoticias, Radio Oro, Radio Tribuna y Momento Diario. Aprendizaje permanente del año 2001 a la fecha; egresada en Ciencias de la Comunicación UPAEP.