PISA y las Matemáticas

  • María Teresa Galicia Cordero
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“Yo pregunto si es natural,

si es incluso prudente,

que te hastíes tu mismo

 y aburras a los estudiantes”

Johann  Wolfgang Goethe

En  el  Colegio de México, Silvia Schmelkes y Eduardo Backhoff, miembros de la junta directiva del INEE, presentaron en días pasados,  una comparación entre los resultados obtenidos en PISA 2003 y en 2012 en las competencias matemáticas de los alumnos de 15 años de secundaria y bachillerato (a quienes se aplica la prueba), así como las diferencias entre los puntajes de cada una de las 29 entidades federativas evaluadas.

Los resultados muestran que hubo un incremento de 28 puntos en la media del desempeño en matemáticas por parte de los estudiantes mexicanos. En 2003, 50 por ciento se ubicó debajo del nivel 1 (el más bajo), en el  2012 el porcentaje en ese nivel se redujo a 29 puntos.

 En el nivel 2 (competencia mínima) aumentó de 16 a 25 por ciento, y en el nivel 3, de 6 a 11 por ciento, aunque sólo 4 por ciento de los estudiantes mexicanos se ubica en los niveles más altos de esta prueba, del 4 al 6. En el aprovechamiento en  PISA 2012 los jóvenes de las escuelas públicas mostraron mejor desempeño en matemáticas, lo que es importante destacar puesto que  crecieron  34 puntos respecto de 2003, en tanto que en los colegios privados el crecimiento fue de sólo 11 puntos.

Los titulares de la prensa siempre son alarmantes y no expresan nunca el análisis fino que requiere la publicación no sólo de este, sino de cualquier tipo de evaluación. El encabezado más difundido   fue el de “México, el peor de la OCDE en educación. Según los resultados de la Prueba PISA 2012, al país le tomará más de 25 años alcanzar el promedio de los países de la OCDE en matemáticas y más de 65 años en lectura”.

Si bien, los resultados no son satisfactorios pero si los esperados, es necesario focalizarlos en diagnósticos, identificar las fallas de los procesos de enseñanza e implementar estrategias pertinentes, lo que  aún no está incluido en la reciente  Reforma Educativa.

Manuel Gil Antón afirmó que: “los resultados obtenidos en la prueba PISA son descorazonadores, pero lógicos, toda vez que en nueve años no se han hecho los cambios necesarios en materia de educación”, señaló además  que: “estos resultados no son como una meta futbolística y alcanzar a otros países, se trata de compararnos con nosotros mismos  y de enseñar para la vida”.

Recordemos que la OCDE realiza esta evaluación con el propósito de medir el grado en que los alumnos manejan las competencias básicas para la vida, es decir, lo importante es conocer como son capaces de localizar y procesar información, de utilizar herramientas matemáticas para resolver problemas reales  y el cómo aplican sus aprendizajes aportados por la ciencia, para entender su contexto y el mundo en general.

Afrontar los retos de la vida real, ese es el propósito central de esta evaluación. Más que conocer como se domina un currículo oficial, PISA se  interesa en el repertorio de conocimientos y habilidades no solo de la escuela, también fuera de ella. Por eso,  si los resultados son insatisfactorios, quiere decir que el sistema educativo mexicano en su conjunto y la sociedad en general,  no estamos  logrando que los jóvenes desarrollen esas competencias.

Siempre se ha justificado que México  es un país en el  que a los estudiantes no les gustan las matemáticas y de ahí la falta de aptitud. La   aptitud matemática se define como la capacidad para formular y  resolver problemas matemáticos en situaciones reales clasificadas en: vida privada, vida escolar, el trabajo y los deportes, comunidad local, sociedad y científicas. Se evalúan cantidades, espacios y forma, cambios y relaciones numéricas  así como  probabilidad y estadística.

¿Por qué entonces se insiste en desarrollar planes de estudio y programas complejos e inaccesibles para nuestros estudiantes?

Quienes sí deben de dominar con todo rigor las matemáticas son los docentes, lo que los especialistas denominan presentación deductiva rigurosa, dado que el rigor puede salvar a las matemáticas, pero seguramente perderá a los alumnos.    (Kline ,2007)

La formación de buenos profesores es mucho más importante que un plan de estudios o programa. Un mal profesor y un buen plan darán sin duda muy malos resultados.

Apostemos entonces a la formación y actualización de docentes en matemáticas, para  contar con profesores inteligentes, maduros y dedicados, que por su cuidado en la elección sobre el que, como y para qué  enseñar, encanten a  nuestros alumnos lo suficiente para atraerlos a las matemáticas.

Cuando una buena parte de nuestros estudiantes puedan decir honestamente que les gustan las matemáticas y que comprenden su significado, entonces podremos decir que están listos para afrontar los retos de la vida real, lo cual incluye  no solamente los procesos de evaluación de ENLACE o PISA, sino  todas las evaluaciones  que tengan que realizar.

Y hay que celebrar la difusión de estos resultados, diferenciando entre la información objetiva y veraz  de la tendenciosa  y manipulada, que es donde  se reflejan nuestras competencias lectoras, otro tema  para analizar.

Referencias

  • Kline M. 2007 El fracaso de la matemática moderna. Por qué Juanito no sabe sumar .Siglo XXI editores. México.
  •   http://www.inee.edu.mx/index.php/servicios/pisa Consultado el 2 de diciembre de 2013
  • La Jornada.  4 de diciembre del 2013

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.