Políticas equivocadas

Unos lo atribuyen a la falta de promoción por parte de la Universidad Autónoma de Puebla que resultó mala anfitriona, otros a la apatía por parte de la llamada clase política de izquierda y la mayoría a que el hijo del Tata Lázaro ya no es taquillero. Cualquiera que sean las causas, la verdad es que Cuauhtémoc Cárdenas no logró llenar el salón Barroco de la BUAP, a pesar de que el tema que trató el aspirante por segunda ocasión a dirigir el PRD nacional, -claro una vez que se modifiquen los estatutos-, fue sobre la política desnacionalizadora y entreguista del petróleo por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto.

La presencia de Cuauhtémoc Cárdenas en Puebla, invitado por la BUAP, fue  incolora a pesar que  desde Puebla advirtió que las reservas probadas del petróleo de México no alcanzan para más de 10 años, por el marcado agotamiento prematuro de los yacimientos existentes. Calificó de absurdas y torpes las políticas, en materia energética.

Ahora bien, quedó demostrado que en la geografía poblana, simplemente el Partido de la Revolución Democrática no existe. Los pocos hombres con convicción ideológica de izquierda, repartidos en varias de la tribus, tal parece que tuvieron cosas más importantes que hacer y olímpicamente desairaron al ex jefe del gobierno del DF.

David Méndez, de los asistentes al evento, lamentó la ausencia del perredismo poblano y aplaudió emocionado el rechazo  de Cuauhtémoc Cárdenas sobre las nuevas políticas petroleras que pretende Peña Nieto, quien la verdad no tiene argumentos convincentes para reformar los artículos 27 y 28 constitucional, referente al petróleo y electricidad, patrimonio de los mexicanos.

Cuauhtémoc Cárdenas, luchador social,   congruente en el decir y hacer, visiblemente cansado por los años y por la gigantesca tarea que se fijo de recorrer buena parte del país, previo a la consulta nacional que impulsará el PRD sobre la reforma energética,  cuidadoso en sus palabras, siempre al referirse al artífice de la expropiación petrolera, lo llamó Lázaro Cárdenas, nunca: “mi papá”. No se está colgando de la hazaña nacionalista de su padre.

 Cuauhtémoc Cárdenas,  como su padre en su momento, se encuentra en plena cruzada para defender el petróleo  que aporta algo así como 450 millones de pesos diarios a las arcas nacionales y representa alrededor del 30 y 35 por ciento del producto interno bruto.

Cuanta verdad tiene el hijo del tata Lázaro y que nos llamó la atención, fue cuando dijo que el gobierno peñista hace cuentas alegres sobre PEMEX, porque la realidad es otra. Es mentira que con las reformas se genere más empleos y crezca la economía nacional. Pidió, eso sí, un inmediato cambio al régimen fiscal de Pemex que desde hace algún tiempo se encuentra sin liquidez y para solventar gastos de operatividad recurre al endeudamiento.

Para Cárdenas Solórzano solo hay tres sopas para vigorizar a Pemex, sin recurrir al entreguismo de nuestro petróleos: Invertir más en exploración,  modernizar equipos, mejorar tecnologías y construir nuevas refinerías, que desde 1970 no se ha creado una sola, lo que provoca cada día, la importación de mayores volúmenes de gas, gasolina y demás hidrcarburos. La de Tula, Hidalgo, duerme el sueño de los justos.

En fin que Cuauhtémoc Cárdenas no encontró en Puebla el calor ni la emoción del perredismo ramplón, sin embargo, mostró optimismo en que se revocarán las reformas que se plantean en términos energéticos. SALUCITA DE LA BUENA.

F}omca_49@yahoo.com.mx

 

 

     

Opinion para Interiores: