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Vaginismo: el mal que hace que para las mujeres el sexo sea doloroso
Muchas mujeres se preguntan el por qué tienen dolor cuando tienen relaciones sexuales. El vaginismo puede ser la respuesta, ya que es cuando los músculos de alrededor de la vagina se tensan al momento de la penetración haciendo que el sexo sea doloroso.
“Disfunción sexual caracterizada por un espasmo involuntario de la musculatura que rodea la vagina al intentar el coito y que imposibilita la penetración”, es una de las definiciones encontradas en la web.
Los fuertes dolores se pueden presentar al momento de tener sexo, insertar tampones o cuando se realizan exploraciones médicas ginecológicas o pélvicas.
“Puede afectar o detener por completo tu vida sexual, y puede provocar desazón y pérdida de confianza y problemas en las relaciones”, dijo Aly Dilks, directora clínica de la Clínica de Salud de la Mujer al HuffPost UK. “Incluso puede impedir que empieces una familia”, agregó.
No se sabe con precisión el por qué del vaginismo, pero algunos factores son:
Pensar que la vagina es muy pequeña
Pensamientos sexuales negativos (como que el sexo es doloroso)
Abuso sexual previo
Años en la vagina
Padecimientos dolorosos en la vagina o en el área que le rodea (por ejemplo, vulvodinia)
Primer encuentro sexual doloroso
Problemas en las relaciones
Miedo al embarazo
Tratamientos contra el vaginismo
Los tratamientos para atacar este mal van en razón de su origen. Si se trata de una infección se puede curar con medicamentos, explica Dilks. Si la causa es psicológica, se puede recomendar terapia sexual o terapia cognitivo-conductual.
“Estas terapias pueden ayudar a enfrentar cualquier problema psicológico subyacente, como el miedo o la ansiedad y puede dar fin a cualquier creencia irracional o incorrecta que se tenga sobre el sexo, y, si es necesario, se pueden utilizar para educar sobre el sexo”, dice Dilks.
Existe también un método terapéutico que pueden utilizar las mujeres en casa con sus parejas que se llama enfoque sensorial. Este consiste en que la pareja llegue a un acuerdo para no tener relaciones sexuales durante un número determinado de semanas o meses, y durante este tiempo, tocan sus cuerpos pero evitan la zona genital.
“La idea es explorar sus cuerpos, sabiendo que no van a tener sexo”, explica el sitio NHS Choices.
“Después del período acordado, empiezan a tocar las zonas genitales, lo que a la larga lleva a la penetración sexual”.
Los entrenadores vaginales, un juego de objetos de plástico suave en forma de pene en diferentes tamaños también puede usarse para relajar los músculos vaginales. Su función es lograr que una mujer se acostumbre a que algo se inserte en su vagina.
Dilks explica: “Primero se inserta el entrenador más pequeño utilizando lubricante si es necesario. Una vez que el tamaño más pequeño se siente cómodo, se pasa al siguiente tamaño y así, sucesivamente. Es importante hacerlo al paso de cada quien, y no importa cuánto tiempo pase, ya sean días, meses o años.
“Cuando se tolera el entrenador más grande sin dolor o sin ansiedad, entonces se puede intentar tener sexo con la pareja”.
Si no quieres usar entrenadores, puedes usar tus propios dedos, dice Dilks.
“Puedes descubrir que los ejercicios de exploración y relajación te ayudan”, dice. “Tomar un baño, masajes o ejercicios de respiración también ayudan a la hora de conocer tu cuerpo”.
“Tu terapeuta puede enseñarte una técnica de relajación progresiva. Esto implica tensar y relajar diferentes músculos del cuerpo en cierto orden. Entonces puedes practicar el tensar y relajar los músculos del suelo pélvico antes de intentar insertar tu dedo o un cono.
“Si llegas al punto en que puedes insertar tu dedo, puedes intentar insertar un tampón, utilizando lubricante de ser necesario”.
Las inyecciones de bótox también ayudan con los síntomas. Cuando se inyecta bótox en un músculo, se bloquean las señales que provienen del cerebro que hacen que se contraigan los músculos.
“El bótox ataca el músculo involucrado y lo desarma para asegurar que no se envíen señales de pánico a todo el cuerpo”, explica Dilks.
“El cuerpo cree que no se está experimentando dolor”.
Se piensa que el bótox puede ayudar al músculo afectado durante un período de tres a seis meses, tras lo que se espera que el músculo se pueda contraer normalmente sin dolor o espasmos.
El rejuvenecimiento vaginal con láser es otra opción para tratar el vaginismo. El NU-V, un tipo de tratamiento con láser, ha demostrado ser "muy efectivo" para tratar los síntomas del vaginismo, agrega Dilks.
Desafortunadamente ni el bótox, ni el rejuvenecimiento vaginal están disponibles en el servicio de salud; sin embargo, “ambos han dado muy buenos resultados en muchas mujeres”.
Para mujeres con endometriosis o daños por el parto, la cirugía es una opción en potencia. En el segundo caso, se realiza una cirugía para agrandar la vagina, especialmente si hay tejido de cicatriz que esté bloqueando o restringiendo el paso.
Foto Nedik
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