Las últimas precipitaciones han provocado la rotura de tubos de desagüe del Libramiento Elevado de la Autopista México-Puebla haciendo que gran cantidad de agua caiga a presión sobre la vialidad, lo que pone en riesgo a conductores que transitan por el tramo de la autopista a la altura del Río Atoyac.

Rafael Ramírez, regidor de Medio Ambiente del municipio de Cuautlancingo, urgió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Estado de Puebla a  revertir el daño provocado y frenar la situación de inseguridad que ha provocado el uso de los materiales deficientes en la citada obra.

“Con esto se demuestra que la obra de la autopista no es segura. Se desplomaron los ductos de desagüe;  es la mala calidad de materiales y de su diseño. Urge su atención y la revisión a fondo de la obra”, dijo

Describió que el problema de desagües del segundo nivel genera una “cascada” sobre automovilistas que circulan debajo que, además, tienen que sortear los baches también provocados por la fuerza de la caída de agua.

Hasta el mes de agosto, autoridades de la SCT revelaron que el Libramiento Elevado de Puebla o segundo piso, tiene un avance de 95 por ciento en su ejecución y aunque se anunció su inauguración para el 1 de septiembre, a la fecha los trabajos continúan.

La obra tiene una longitud de 15.3 kilómetros, en el tramo comprendido entre la planta Volkswagen y el Estadio Cuauhtémoc y  para su ejecución se estimó una inversión de 10 mil millones de pesos, de los cuales la mitad fueron aportados por los gobiernos federal y estatal y el resto por el consorcio de las empresas constructoras, OHL y Pinfra, a cambio de la concesión para su operación, por un periodo de 30 años.