Los secretarios

  • José Alarcón Hernández
(Tercera Parte)

La educación deja huellas indelebles en el niño o el adolescente o el estudiante universitario.

         Es cierto que el fenómeno educativo es multifactorial. La personalidad no esta exenta de los fenómenos hereditarios, genómicos, alimenticios y de otros factores.

         También, es verdad que la propia persona se construye en el Sistema de Educación, en el que está inmerso el educando.

          En ese proceso, el profesor y el contenido educativo que son parte del curriculum vigente, según el sello que le hayan impuesto diversos directivos entre quienes está el Secretario de Educación Pública.

En otras palabras, el estado, el gobierno deja su impronta en la sociedad a la que sirve.

El presidente Adolfo López Mateos, nombro Secretario de Educación Pública a Jaime Torres Bodet, quien contaba con 56 años de edad.

En ese sexenio se puso en vigor el Plan de 11 años, cuyo objetivo central era la cobertura total y el mejoramiento en la calidad de la educación. En otras palabras que todo mundo, en edad escolar, hubiera pasado por las aulas.

El otro gran programa del presidente, consistió en dotar de libros de texto para los educandos de la primaria. Para el efecto, la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos, fue el instrumento idóneo.

Aún recordamos la lucha ideológica y política que surgió, porque se afirmó que el gobierno quería imponer una educación al servicio del Estado. Es más, los empresarios de Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Puebla y otros más protestaron por este hecho. En el fondo probablemente tuvieron razón.

Los libros de texto, transmitían conocimientos al niño pero no lo enseñaban a razonar como se afirmó. Total, ahí están todavía los libros de texto, que esperamos se adecúen ahora a la  postmodernidad.

Torres Bodet terminó su periodo cundo ya tenía 62 años de edad.

El presidente Gustavo Díaz Ordaz, poblano, inteligente, extraordinario orador, nombró secretario de educación al connotado jalisciense Agustín Yáñez Delgadillo, que entonces contaba  con 60 años de edad.

Tuvo un secretario de educación connotado, el jalisciense Agustín Yáñez  Delgadillo.

En esos días se afirmó que el contenido sustancial de la educación debía ser: “Enseñar a pensar y a aprender” y “No a los dogmas”.

En ese tiempo se creó la Modalidad de las Telesecundarias.

En 1966, se unificaron los dos calendarios escolares prevalecientes.

Gustavo se afilió, de facto, al Grupo Atlacomulco, porque los políticos poblanos en el poder, por envidia, no le dieron oportunidad de desempeñarse con ellos.

Un día le dijeron al presidente Díaz Ordaz: “oiga, qué bueno que usted no es dos caras”, a lo cual, con el sentido del humor que lo caracterizó contestó: “pues no puedo porque es la única que tengo”.

El presidente Luis Echeverría Álvarez, nombró Secretario de Educación, al Ing. Víctor Bravo Ahuja, de 52 años de edad, originario de Tuxtepec, Oaxaca.

Echeverría fue un presidente singular. Hemos dicho que con él se inició un nuevo ciclo en la historia de México.

Se afirma que Gustavo Díaz Ordaz, estaba arrepentido de haberlo hecho candidato.

El 6 de mayo de 1972, publicó la Ley Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas.

En fin, creó una subsecretaría más para hacer cuatro, inicia el proceso de descentralización, se emite la Ley de Educación para Adultos el 15 de enero de 1976.

De entonces data el origen del archipiélago: se crean el CONAFE, el CONACYT, el COBAEP, el CEMPAE y la Universidad Autónoma de Chapingo.

En ese sexenio, se incremento el gasto en educación: en promedio fue del 22% del presupuesto nacional.

José López Portillo fue candidato y luego presidente porque así lo quiso Echeverría.

López, tuvo a dos Secretarios de Educación, Porfirio Muñoz Ledo, que tenía 43 años de edad, ocupando el despacho de José Vasconcelos durante 1 año. Lo sustituyó Fernando Solana Morales, quien estuvo al frente de la Secretaría durante casi 5 años.     

En el sexenio, no se advierte innovación sustancial en el sistema de educación, excepto la creación de los albergues escolares y la implementación de los instructores comunitarios.

Así fueron estos seis años, con todo y el talento de José López Portillo como orador, la inteligencia de Porfirio Muñoz Ledo y la alta responsabilidad de Fernando Solana Morales.

De ese tiempo datan las delegaciones de la SEP en las entidades federativas.

Hasta estos días, la federación absorbía la mayor parte del gasto del servicio educativo y los gobiernos de los estados pagaban los salarios del menor número de los maestros.

El porcentaje del gasto en educación, en ese sexenio, no tuvo mayores variaciones, el gasto seguía siendo insuficiente en función de la demanda.

Miguel de la Madrid Hurtado, fue electo presidente con 16,748,000 votos contra 3,700,045 sufragios de su principal contendiente, postulado por el PAN, Pablo Emilio Madero Balden.

En esa elección, me tocó participar de manera directa aquí en el estado de Puebla.

El Secretario de Educción fue Jesús Reyes Heroles, de Tuxpan, Veracruz, entonces tenía 61 años de edad.

Don Jesús es reconocido por tiros y troyanos como uno de los más connotados secretarios de educación y uno de los más lúcidos secretarios de gobernación.

Don Jesús afirmó que el Sistema de Educación era como un elefante reumático.

Tres años apenas le alcanzaron para implementar lo que él llamó la profesionalización del magisterio y la descentralización de la vida nacional desde el ámbito de la educación.

La muerte nos quitó a este gran ideólogo y transformador del sistema político mexicano.

Lo sustituyo el Lic. Miguel González Avelar, de 48 años de edad, abogado e intelectual reconocido. Lo que hizo fue continuar con el programa reyesheroliano.

Entonces los secretarios generales del SNTE fueron, el famoso profesor Alberto Miranda Castro, discípulo del célebre Carlos Jongitud Barrios y Antonio Jaimes Aguilar.

Estimado lector tengo dos correos electrónicos a través de los cuales recibiré sus comentarios: vivereparvo45@yahoo.com.mx y/o vivereparvo45@hotmail.com

 

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José Alarcón Hernández

Lic. en economía, con mención honorífica. Diputado Local dos veces y diputado federal dos ocasiones. Subsecretario de Educación Superior de la Entidad y Subsecretario de gobernación del Estado. Autor de 8 libros publicados por la Editorial Porrúa. Delegado de la SEP Federal en el Estado. Actualmente Presidente del Colegio de Puebla. A.C.