Con el orgullo a flor de piel, y al grito de “¡Viva México!”, cientos de migrantes en la Unión Americana celebraron el 5 de mayo con un desfile en Nueva York. Desde la Gran Manzana, los mexicanos radicados en los Estados Unidos recordaron una fecha importante para nuestro país y para los poblanos.

Hay que agradecer las muestras de cariño y solidaridad de los connacionales en el extranjero por el reconocimiento efectuado en Sunset Park, donde las familias migrantes desfilaron con el sentir y el orgullo mexicano, recordando que el Ejército Trigarante, comandado por el general Ignacio Zaragoza, con el apoyo de xochiapulcas y zacapoaxtlas, derrotó en los Fuertes de Loreto y Guadalupe al Ejército francés, considerado el mejor del mundo en ese momento.

De esta forma, la comunidad migrante mostró unidad. Tanto en Puebla como en todo México, la comunidad se ha organizado con sus familiares con el objetivo de preservar uno de los episodios históricos más importantes de nuestra patria, como un buen legado para los hijos y nietos.

Es importante recordar que en Estados Unidos, como en otros países, hay poco más de 37.3 millones de migrantes que, según estimaciones de la Oficina del Congreso Migrante, aportarán 7 billones de dólares al crecimiento económico de Estados Unidos durante los siguientes diez años.

Puebla ocupa el cuarto lugar nacional con el mayor porcentaje de paisanos en el vecino país de la Unión Americana, con un 7.7 por ciento del total, según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México. Actualmente, la población migrante de origen poblano que vive en Estados Unidos representa el 44 por ciento del total de la población en el estado, que es de seis millones 583 mil 278 habitantes, y en 2023 envió un total de tres mil 144.8 millones de dólares (alrededor de 62 mil 896 millones de pesos) en remesas.

Los connacionales mantienen su conexión con México a través de la gastronomía, que con el tiempo se ha vuelto más presente en la conmemoración del 5 de mayo, adquiriendo tintes festivos con la inclusión de diversos platillos, así como fusiones con la cocina de Estados Unidos, como tacos, tequila y cerveza, sin perder su esencia y el orgullo patriótico que le dieron origen.

Como miembro de una familia migrante que vivió en carne propia los problemas de la migra y el temor de ser repatriados, comparto la historia de mi tío, quien, pese a ser aficionado de los Yankees de Nueva York, nunca pudo asistir al estadio de béisbol para ver un partido de su equipo favorito.

Como esta, hay otras historias que se escriben día a día en las calles de los Estados Unidos, donde familias han echado raíces a costa de esfuerzo, dedicación y perseverancia, construyendo un patrimonio y ganando respeto en una tierra que no es la suya, y en la que tuvieron que pasar muchas dificultades para poder subsistir.

Ahora también hay otras historias de familias migrantes, cuyo éxito los ha envuelto y que después de tanto esfuerzo, ahora ocupan cargos importantes, ejercen liderazgo y velan por el bienestar de las familias mexicanas en el extranjero.

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