Qué preocupante debe de ser para algunos integrantes de la administración federal, las declaraciones de Claudia Sheinbaum, candidata a la Presidencia de la República y despistada en sus tristemente célebres intervenciones, durante los igualmente tristes mítines que ha organizado. Por un lado, la señora dice que siga la corrupción (claro, corrigió la palabra antes de terminarla) pero, qué tal sus spots en donde pregona que desde el primer momento que gane (según ella) la Presidencia de la República de este tan lastimado México, iniciara su política de “abrazos” a los jóvenes estudiantes a los buenos ciudadanos y no sé qué más -no me lo aprendí de memoria-, y que para la “delincuencia” habrá mano dura. ¿Qué no va esto contra la ideología de su jefe de “abrazos y no balazos”?

Por otra parte, tenemos el discurso que tratará de abandonar los energéticos provenientes de restos y materiales fósiles por las energías limpias, solar, eólica, etcétera, contradiciendo totalmente a su padrino político, líder moral y real dueño de su partido; un extraño comportamiento, preparando un no sé qué, pero que me hace recordar la época de Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles. La pregunta sería entonces para qué las refinerías y sobre todo “Dos Bocas” en Tabasco

Y por si fuera poco, ahora dice el presidente, que sus adversarios, conservadores y aspiracionistas, inventan que son ambientalistas (caso Sheinbaum que se proclama últimamente ambientalista de toda la vida, lo que si no sé, es si lo era antes). Por fin, ¿quién tiene la razón o quién se está equivocando en su discurso?, ¿solamente es una falta de comunicación o distracción, o se está gestando una traición o golpe de timón total en caso de llegar a la Presidencia?

Recordemos que, aunque esta administración se ha caracterizado por un sinnúmero de traiciones y mentiras, que también la historia habla al respecto, como ejemplo tenemos varios.

Me explico:

Iniciando por el asunto aquel bíblico de Caín, que mata a su hermano enloquecido de celos por la preferencia de Dios a su ofrenda, pasemos por la traición de Judas con Jesucristo, historia muy conocida por treinta monedas de plata, aunque en la actualidad se habla de billones de pesos en México (¿le suena conocido Señor Mandamás?).

Demos una vuelta en Francia acordándonos de José Fouché, el famoso Carnicero de Lyon, quien también era conocido como “El amo de la tenebra y la traición”, aunque otros lo llamaban “Traidor Nato, reptil en estado puro, intrigante y amoral”, y agregaría yo, chapulín de ideologías, partidos y lo que fuera con tal de salirse con la suya (les suena conocido). Cuando se proclama la República en 1793, Robespierre toma el mando de la Convención e impone la dictadura del terror (1793 - 1794), a la que siguió la etapa del Directorio (1795- 1799), dirigida por Talleyrand y Fouché. El primero, tenía visión y madera de estadista, el segundo era un personaje insondable e impenetrable, inquietante y siniestro, intrigante y de ambición desmedida; en resumidas cuentas, alguien con quien nadie desearía tropezar nunca.

O qué tal, la traición de Borís Yeltsin con Mijaíl Gorbachov en la Rusia, y ni qué decir del cercanísimo Himmler con Adolfo Hitler, quien por la ambición perdió la cabeza; o también las muertes de Calígula y Julio César, mismas que tienen muchas similitudes y asesinados por los más cercanos, ellos los emperadores, quienes simularon al principio estar cerca de sus súbditos traicionando sus principios después, y como dije, sus más cercanos le dieron muerte o participaron de una u otra forma en el hecho.

Tal vez comentarles que la forma de gobernar de Layda Sansores a su estado Campeche es tan errónea que pareciera ser la principal enemiga de la 4T, cuna de chapulines; salvo sus muy honrosas excepciones, proyecto liderado por quien es una especie de ateo, chamán, cristiano y guadalupano o… algo así

O a lo mejor me equivoco y la Sra. Sansores solo está preparando su próximo salto para conseguir protección y chamba, no lo sé.

Y por último Sr. Presidente, no hay que olvidar cosas históricas… pero no tan banales como pedirles a los españoles que se disculpen con México cuando este ni existía como nación, pues nunca fue cierto eso de que los aztecas tenían universidades desde hace diez mil años. Vengamos entonces más a la contemporaneidad. Recordemos el caso cuando Lázaro Cárdenas del Río destierra a Plutarco Elías Calles por los intensos esfuerzos y necedades de seguir mangoneando la política nacional de su favorito y acabó fuera de la nación. ¿Les suena conocido, cibernautas?

Creo que el que juega con alacranes, los lastima, los molesta y los agrede, inevitablemente acaba siendo picado por uno de ellos…

¿O no?
Juzgue Usted.

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