El reino de lo execrable

  • Xavier Gutiérrez
Vemos un escenario donde abunda el insulto, el odio, el oprobio en medio del anonimato

La guerra ya entró. La lucha por el poder hoy en día no tiene fronteras ni reglas.

Por la vía de internet pasa todo. Ayer, una caricatura ejemplificaba magistralmente esto: sale por una llave un torrente inmundo donde va de todo. Un chorro de excremento de olores nauseabundos.

El bombardeo es por lo común anónimo. Cuesta, se paga. Millones y millones de pesos para hacer circular las más descabelladas mentiras e idioteces.

Pantallas, plataformas, celulares, son las alcantarillas repugnantes.

Por encima de la mesa, protagonistas sonrientes y cordiales. Por abajo puñales, infundios, difamación, insolencia, torpedos con absolutamente toda la maldad humana.

El objetivo más visible de la conflagración política es quien tiene el poder, el presidente y su candidata.

Contra el poder, absolutamente todo.

Lo convencional fue minado hace mucho.

Abunda el insulto, el racismo, el oprobio.

En este clima de caverna, invisibles terroristas inundan las redes con imágenes y textos difamatorios, burdamente humorísticos.

Lo execrable reina.

El odio y fanatismo atizan fogatas, manos e incendios.

Millones de dólares esparcen falacias y patrañas.

Hay millones de voluntarios que replican estos mensajes. Unos por diversión y fobia, los más por perversidad. La inmensa mayoría enanos mentales que gustosos son instrumentos de quienes combaten al poder.

Un tema recurrente es el odio racial. A su muy elemental manera atacan a este o aquella por su origen, su apellido, su condición física. Ni siquiera reparan en mirarse al espejo, explorar las raíces propias o estudiar el árbol genealógico de la especie humana que nos sitúa en África y que nos ha diseminado con cruzamientos mil por el planeta hasta rondar los 8 mil millones de humanos.

En la sociedad mexicana otra forma visible en la guerra estercolera es la majadería.

Se ven en redes a propagandistas que fingen hablar desde un oráculo, foro académico o pedestal de un medio, empiezan con un lenguaje y formas en apariencia neutrales, sensatas y con razonamientos incontrastables y solventes con estadísticas a la mano, pero les gana la repulsión ideológica y racista, y terminan vomitando una colección escatológica que por lo común, en personas así, es su mejor carta de presentación o su retrato de cuerpo entero.

Descalificar al otro, siempre desde el anonimato, con el insulto o la burla hiriente, el infundio o la falsificación, es el arma o recurso de la ignorancia o la cobardía.

Proceder así multiplica empatías en el terreno fértil de la ignorancia. Porque es el camino más ancho, cómodo y común para destilar odio. Ello crea afinidades, identidades, grupos y legiones.

Atrás, arriba, hay estrategas de la perversidad con millones de dólares.

Abajo, abundan tontos útiles, voluntarios o inconscientes compañeros de viaje.

También “profesionales” de la comunicación fieles y devotos del dinero, nunca emparentados con la búsqueda de la verdad, el equilibrio o la sensatez.

Si vemos la sociedad mexicana como un campo, es claro que estamos en un terreno feraz, fecundo para esta variedad de recursos bajunos donde predomina la aversión y el rencor.

Fatalmente, muy lejos de intentos o formas para construir una sociedad saludablemente democrática.

(Le recuerdo que cada jueves, de 7 a 8 de la noche nos escuchamos por RADIOBUAP 96.9 de FM, para conversar sobre las mil caras del idioma español a través de Te lo Digo Juan…)

xgt49@yahoo.com.mx

 

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.