Antonio López de Santa Anna

  • Luisa Martínez Baxin
Personaje clave para comprender el siglo XIX ante los retos de un México como nación independiente

En el mes de su nacimiento, tomaré un espacio para hablar sobre Antonio López de Santa Anna. No me detendré a analizar si es un héroe o un villano porque no es el objetivo, sino más bien como parte de la memoria colectiva, se repensará el papel que tuvo, las acciones realizadas, así como las aportaciones hechas como presidente de México. Para ello, comenzaré por mencionar datos biográficos, sus obras, e ideas retomadas de algunas fuentes secundarias que nos muestran un panorama general de lo que fue el personaje.

Antonio López de Santa Anna nació el 21 de febrero de 1795, en Xalapa, Veracruz y falleció el 21 de junio de 1876.  Criollo de clase media, militar y presidente de México, ocupó el cargo en seis ocasiones, algunas de sus obras a mencionar son: apelación al buen criterio de los nacionales y extranjeros (1849); detalle de las operaciones ocurridas en la defensa de la capital de la República, atacada por el ejército de los Estados Unidos del Norte (1847) y; mi historia como militar y política en (1810-1874).

Entre 1822-1829 Santa Anna, se convirtió en el hacendado más influyente de la región veracruzana. Consolidó su control político, figuró como un personaje relevante para todos los proyectos políticos, por ejemplo: yorkinos, escoceses, federalistas y centralistas que quisieron gobernar México. Es de mencionarse que en esta temporalidad, Veracruz destacó por su peso económico, debido a que tenía el puerto más importante del país y sus aduanas eran las más ricas de la República.

Historiadores han argumentado que Santa Anna era leal a sí mismo por encima de cualquier causa política. Es importante hacer hincapié que, durante la vida de este personaje, los liberales buscaron el igualitarismo, y el reconocimiento del pasado indígena de México, mientras que los conservadores proclamaban por un legado bajo el dominio español. Sin embargo, hubo más de dos ideologías predominantes en las primeras décadas del México independiente. Dependiendo del partido que estuviera ganando el poder, Santa Anna fue en distintos momentos un monárquico, insurgente, republicano, federalista, centralista, liberal o conservador.

De acuerdo con el libro de Fowler, Santa Anna ¿Héroe o Villano?, considera a este personaje, primero como un militar y después político; su comportamiento en el gobierno se caracterizó por la visión militar de la vida y por el tiempo que pasó combatiendo, además se ganó el respeto y lealtad mediante sus hazañas militares. También especifica que cuando estuvo en el poder aprovechó su posición para enriquecerse con los fondos públicos y trató de dar una dirección política firme al apoyar una u otra propuesta política; es más, cuando tenía la oportunidad de salir de la capital para estar con su familia y supervisar sus haciendas o para ir a la batalla, la aprovechó.

La carrera de Santa Anna incluyó derrotas notorias, sin embargo, su persistencia lo llevó a recuperarse de ellas. Por ejemplo, obtuvo una victoria en la batalla de Veracruz durante la Guerra de los Pasteles. Aquí pierde su pierna al defender a México de la Intervención Francesa en 1838. Debido a su servicio militar y sus victorias, varios mexicanos lo admiraban como un personaje valiente.

El último mandato de Santa Anna que corresponde al periodo de 1853-1855 fue una dictadura represiva, tenía una reputación de estar ausente de su cargo. Incluso historiadores sostienen que le disgustaba gobernar y ambicionaba más la gloria que el poder político. En sus memorias, escribió: “preferí los peligros de la guerra a la vida seductora y buscada del palacio”.

Durante sus últimos años de exilio, Santa Anna escribió en sus memorias sus acciones y glorificó su carrera. En su prólogo afirma: “Mi único deseo es dejar a mi país… un relato fiel de mis actos públicos”. Después de ser exiliado en varias ocasiones y de vivir en Nueva York, en 1866 fue declarado traidor a la patria. En 1867 arribó al puerto de Veracruz y fue hecho prisionero por el jefe militar de Yucatán; conducido a la Ciudad de Campeche y puesto a disposición del gobierno juarista, fue encarcelado en San Juan de Ulúa y juzgado en Consejo de Guerra; se le impuso la pena del destierro por ocho años en Nassau, Bahamas.

Sin embargo, a la muerte de Juárez en 1872, Sebastián Lerdo de Tejada le permitió volver al país en el año de 1874. No se le reconoció su grado militar y le negaron la devolución de sus bienes. Falleció en la Ciudad de México en junio de 1876.

Santa Anna es una pieza clave para comprender el siglo XIX mexicano, pues le tocó presenciar eventos que condujeron al país en una desestabilización política, un claro ejemplo es la difícil situación que vivió México como nación independiente. Las decisiones tomadas representan que fue un hombre de su tiempo, aclamado por muchos, odiado por otros, pero dispuesto a ocupar la silla presidencial cuando lo requerían.

Fuentes
García Hutchins, Vanessa (2002). Santa Anna en la vida y la leyenda. Estudios Latinoamericanos- Colección Latinoamericana Benson, Universidad de Texas, Austin, pp. 1-36.
Consultado de: https://repositories.lib.utexas.edu/server/api/core/bitstreams/f007840a-c986-4811-8407-6b79e86d09e6/content
González Lezama, Raúl. (2014). La dictadura. El último gobierno de Antonio López de Santa Anna. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM)
Mora Dionisio, José Luis. (2018). Reseña de Will Fowler Santa Anna, Héroe o Villano. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, pp.7-10
Secretaría de Gobierno. (2023). Antonio López de Santa Anna
Consultado de:
https://www.segobver.gob.mx/juridico/gobernadores/8B.pdf

 

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Luisa Martínez Baxin
Historiadora y maestra en Estudios Históricos por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Puebla), originaria de San Andrés Tuxtla, Veracruz.  Ha realizado trabajo de campo e investigación con relación a la Historia de la Educación.