Miguel Ángel Rodríguez: la muerte de un sabio

  • Miguel Maldonado
Quiso para sí una vida contemplativa, alegre, inteligente, celebratoria, solidaria y compasiva

El pasado 2 de junio murió el profesor-investigador de la BUAP Miguel Ángel Rodríguez, quien dedicó su vida a la docencia, a la defensa de la educación intercultural y a reflexionar, desde la Ciencia Política y la Filosofía, sobre la vida pública de nuestra sociedad y la vida privada de las personas en su cotidianidad.

Siempre con una prosa poética, inteligente, desplegando sobre la página un manejo del lenguaje audaz y ágil. Era la prosa de un profundo conocedor de las posibilidades de la palabra, de un artesano que manejaba sus herramientas y su materia como si fuesen una misma sustancia, como si ya no hubiera frontera entre la palabra, la técnica y el pensamiento, logró la comunión entre las ideas, el lenguaje y el artificio retórico.

En pocas palabras, fue el mayor ensayista y prosista de Puebla, estaba tocado por el genio, o por el “duende”, como nombraba García Lorca aquello dotado de una magia especial. Lorca definía al duende así: “Un encanto misterioso e inefable”. Así era la prosa de Miguel Ángel Rodríguez, pero así también era su vida, hizo de ella una obra de arte, tales fueron los afanes de muchos poetas y pensadores, esa fue la proclama final de Federico Nietzsche, y Miguel Ángel Rodríguez lo consiguió. Cultivó a un tiempo el pensamiento, la acción social y el cuidado de su persona en el día a día. Se convirtió en un sabio que lo mismo ridiculizaba las incongruencias del poder, que señalaba las vilezas de la condición humana, o aconsejaba la vida contemplativa para alimentar la plenitud del alma, siempre a través de la risa y el humor, porque el buen humor, como decía Augusto Monterroso, nos hace pensar, y a veces hasta reír.

Miguel Ángel Rodríguez vivió como quiso, tuvo ese escaso privilegio, la mayoría sabemos la manera en que no queremos vivir, pero pocos vivimos como queremos. Miguel quiso para sí una vida contemplativa, alegre, inteligente, celebratoria, solidaria y compasiva, y así lo fue. Nos dejó sus libros y su ironía, la letra y la risa.

Toca leer su último libro, un profundo estudio sobre el romanticismo alemán y la idea del cuidado del ser, derivada también de su interpretación de la obra de Peter Sloterdijk; este libro es también un testamento de vida, allí se resume su pensamiento sobre ser en este mundo. Esperemos verlo pronto publicado.

 

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Miguel Maldonado

Originario de Puebla, Doctor en Teorías de la Cultura, UDLA-Sorbona. Maestro Ciencias Políticas, BUAP - Universidad McGill. Fue Secretario General de la UDLA, Presidente de El Colegio de Puebla. Dirige la revista Unidiversidad y es colaborador de El Heraldo de México.