La ironía que ha tocado vivir a la Iglesia del Cielo, en la punta del cerro de la colonia La Paz, es precisamente que desaparezca del cielo poblano. El cerro de San Juan, como originalmente se conoce al cerro de La Paz, que por cierto no es cerro sino volcán, ha sido parte del paisaje emblemático de Puebla, como lo ha sido también de la historia épica de la ciudad, pues ha sido fuerte en numerosas batallas; por citar sólo una: el cerro de San Juan fue el fuerte de guerra francés durante el famoso sitio de Puebla de 1863. Sin embargo, la era moderna conoce y admira el cerro de La Paz porque viste de belleza a nuestra ciudad, un cerro que es a la vez el bello remate de la Avenida Juaréz y que embellece a Puebla por sus caseríos de arquitectura moderna, pero sobre todo, porque en su cúspide se engalana la bella Iglesia del Cielo.

La iglesia y las casonas del cerro agregaron a Puebla un bello paisaje. Durante muchas generaciones la cúspide del cerro era una pintura para la vista de quienes caminábamos en las cercanías de La Paz. La Iglesia del Cielo vino a formar parte del paisaje poblano y, por ende, de la identidad de la ciudad. Sin embargo, año con año desaparece de la vista de los poblanos, a cada edificio que el alcalde en turno da permiso de construir, se quita un tramo de vista de la iglesia y del cerro. Hoy día, sólo por tramos se puede admirar la antigua estampa del cerro.

Y no sólo el cerro, las casas de arquitectura moderna, que cualquier ciudad envidiaría, que en muchas ciudades sería un valuarte de la historia arquitectónica de una ciudad, aquí año con año de demuelen para hacer más edificios y destruir así el paisaje poblano. Guardando las proporciones, no puedo imaginarme que en la iglesia de Los Inválidos en París permitan construir a un costado de la iglesia un edificio de condominios. Los edificios habitacionales van donde deben de ir, y no van junto a un monumento moderno.

La ciudad de Puebla ya se tardó en su tarea de rescatar el patrimonio arquitectónico de la colonia La Paz, como el de la colonia Humboldt o la del barrio de San Francisco; decía ya se tardaron en declararlos patrimonio cultural de Puebla y comenzar a catalogar los inmuebles y narrarnos la historia moderna de nuestra arquitectura. En Guadalajara, recuerdo, existen placas afuera de cada casa de la colonia Americana, donde se señala la importancia de esas casas modernas, y una casa en especial está señalada como la primera casa moderna de Guadalajara, ¿En Puebla lo sabemos? ¿Acaso está en El Carmen?

Es un hecho que la Iglesia del Cielo está a punto de desaparecer de nuestra vista, y en su lugar ocuparían nuestro paisaje los edificios de condominios, ¿en serio queremos que ese sea el paisaje de nuestra ciudad? Yo no.

Salvemos La Paz. Nos merecemos una ciudad que proteja su historia y honre su identidad moderna. Destruir la belleza del cerro de La Paz, destruir el bello paisaje de los poblanos, a cambio de edificios de concreto, ofende a Puebla y ofende a los poblanos. Creo que este Ayuntamiento puede empezar a marcar la diferencia, hay que empezar el catálogo de las casas modernas con valor arquitectónico, urge declarar algunas colonias como patrimonio cultural, urge detener proyectos inmobiliarios que destruyan la identidad y el paisaje de Puebla. La UNESCO lo ha declarado mil veces, nos ha enseñado que el paisaje también es patrimonio. No se puede tapar la Iglesia del Cielo con un ladrillo.