Comencemos por definir qué es el bien común: El “bien común no es simplemente el bienestar de la mayoría, ni la simple suma de bienes individuales, sino el conjunto organizado, garantizado y permanente de condiciones de orden moral, cultural, jurídico, político y económico, que permite a cada miembro alcanzar su perfección personal en el mejor logro de sus fines temporales y trascendentes.” (1)

El bien común se logra cuando, tanto el gobierno como los ciudadanos, y todas las organizaciones de la sociedad civil, tienen interés en poner su mejor empeño y dedicación, y trabajan de manera coordinada, en crear las condiciones apropiadas, para que se alcance dicho objetivo.

Es importante mencionar que todos los grupos y organizaciones, empezando por la familia, célula básica de la sociedad, deben tener como objetivo lograr su propio bien común, y de ahí deberán de partir hasta alcanzar el bien de la comunidad humana a nivel mundial, y desde luego que las sociedades intermedias y el propio Estado, deben también plantearse, de qué manera van a contribuir al logro del bien común, poniendo todos los medios a su alcance, para conseguirlo.

Enfocándonos a la empresa, la primacía del bien común tiene sentido en los centros de trabajo en la medida en que se respete la dignidad y el valor de los trabajadores, y se tome siempre en cuenta, que el ser humano es más importante, que todos los bienes materiales de la empresa. Se estará contribuyendo al logro del bien común, si las empresas le dan preponderancia al ser humano sobre los bienes de producción y recordemos que la sociedad está al servicio del ser humano, para dignificarlo y apoyarlo, para que logre su plena realización, reconociendo a cada hombre y mujer, como personas únicas e irrepetibles.

Los fines que toda empresa persigue se pueden resumir en los siguientes:

“- Generar valor agregado, que se traduzca en utilidades.
- Cumplir con una responsabilidad social.
- Satisfacer una necesidad.
-  Darle permanencia a la organización en la sociedad”. (2)

El bien común de las empresas va a consistir en alcanzar los fines mencionados, para lo cual, los empresarios deben estar interesados en promover la justa y equitativa distribución de los ingresos, entre todos los integrantes de la organización, de acuerdo a las actividades realizadas y al nivel de responsabilidades de cada uno. Es decir, dar a cada quien lo que le corresponde, lo cual implica entre otras cosas, respetar los derechos y la dignidad de todas y cada una de las personas que integran el centro de trabajo.

Para alcanzar el bien común en las empresas se debe vivir al interior de cada una de dichas organizaciones, los principios de subsidiariedad y solidaridad y fomentar la participación responsable y ordenada de cada persona, para lograr las metas y los objetivos propuestos.

Hablar de bien común implica también, hablar de los principios de subsidiaridad y solidaridad, los cuales se mencionan a continuación.

“La subsidiariedad implica que el Estado ejecuta una labor orientada al bien común cuando advierte que los particulares no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad sea por cualquier otra razón. Al mismo tiempo, este principio pide al Estado que se abstenga de intervenir allí donde los grupos o asociaciones más pequeñas pueden bastarse por sí mismas en sus respectivos ámbitos”. (3)

“La solidaridad es un principio de orden social que arranca de la misma raíz de la sociabilidad humana. Esta vinculación común natural constituye el fundamento de la responsabilidad común. Por consiguiente, la solidaridad es también el principio jurídico fundamental que garantiza la posición irrenunciable del hombre dentro de la vida social y económica. Señala las responsabilidades sociales de cuyo cumplimiento depende la integración armónica de persona y sociedad, y la participación de todos para la consecución del Bien Común”. (4)

Podríamos resumir las principales características del bien común en los puntos que se mencionan a continuación:

“1. El bien común expresa el bien de una comunidad y se concreta en bienes comunes.
2. El bien común es el bien de todos y de cada uno.
3. Es dinámico y vital. No es una entidad estática e ideal, sino que está arraigado en una realidad política concreta.
4. La búsqueda del bien común se emprende sobre la base de valores/principios éticos universales, que son los que movilizan la acción humana
5. La política del bien común está fundamentada en la dignidad humana”. (5)

Es importante mencionar que para que se alcance el bien común, implica velar por los intereses de todos los integrantes de la sociedad, sin hacer ningún tipo de discriminación de ciertos sectores de la sociedad ni privilegiando a otros sectores de la población. “El bien común no promueve la ventaja de un grupo o clase alguna, sino el beneficio de todos, cualquiera que sea el carácter o la función que las comunidades o personas realicen en la sociedad, no se puede excluir a nadie de los beneficios del bien común argumentando nacionalidad, sexo, religión, raza, convicción política, religiosa o posición social”. (6)

Todos los integrantes de la sociedad tienen la obligación de contribuir a alcanzar el bien común con su trabajo responsable, constante y eficiente, de manera generosa, ordenada y coordinada, tanto en los centros de trabajo, como en todas las organizaciones de la sociedad, y el gobierno en todos sus niveles, también tiene la obligación de procurar el bien común de la sociedad.

Las familias y las instituciones educativas desempeñan un papel preponderante, en la formación de las nuevas generaciones, en principios éticos y morales y en la formación en valores, como la honestidad, la disciplina, la justicia, la responsabilidad, el respeto a sí mismos y a los demás, entre otros; y desde luego, juegan un papel fundamental, al enseñar a los jóvenes, la importancia del bien común y fomentar en ellos, la preocupación por poner manos a la obra, en el logro del bien común, en la medida de sus capacidades y de sus posibilidades, en beneficio de todos los integrantes de la sociedad.

Para que una sociedad logre el bien común se requiere que todos los que integran la misma, desde el gobierno en todos sus niveles, las empresas, los centros educativos, las asociaciones políticas, las organizaciones de la sociedad civil y las familias, se preocupen por participar activamente, dejando a un lado sus intereses y objetivos particulares, y actuando de esa manera, seguramente se va a alcanzar debidamente el objetivo mencionado, coadyuvando de esa manera, para que México logre ocupar una posición privilegiada, como la nación líder en Latinoamérica, que está destinada a convertirse.

Referencias
1 Declaración de Principios y Valores de la Coparmex
https://bit.ly/3fGDhK0
2.  Arroyo, Guillermo. Bien común y su repercusión en la empresa. Blog Empresa Responsable
https://www.aciprensa.com/empresa/articulo6.htm
3. Martín, Luis Felipe. Subsidiariedad y bien común en la empresa. Blog IPADE Business School
https://www.ipade.mx/2020/05/13/subsidiariedad-y-bien-comun-en-la-empresa/
4. Declaración de Principios y Valores de la Coparmex
https://bit.ly/3fGDhK0
5. Gelardo, Teresa. La Política y el Bien Común. España, 2005
https://bit.ly/2CiDcFT
6. Hernández, María Doris. La construcción del bien común, responsabilidad de todos. Milenio, 1 de febrero de 2014
https://bit.ly/3Sx0YCN