Roger Federer, lecciones de liderazgo para triunfar

  • Alejandro Meneses Fernández
No debemos subestimar la figura del contrario porque nos hará valorar nuestras fortalezas y progreso

De manera reciente, Roger Federer, uno de los más grandes deportistas en la historia, anunció su retiro del tenis profesional. Su despedida fue viral; las fotos y videos de su adiós dejaron grandes lecciones de liderazgo que tanto emprendedores, empresarios y cualquier persona puede utilizar para el crecimiento y desarrollo personal.

1. Reconoce el apoyo de los demás

Detrás de cada persona exitosa está el apoyo de un equipo ejecutivo, cercanos o hasta familiares. El éxito es parte de un conjunto y no puedes hacerlo solo. Entender este simple hecho es crucial para convertirse en un verdadero líder. Una cosa que el tenista suizo mencionó constantemente fue el apoyo de su familia, sus amigos y todo su equipo que lo ayudaron a convertirse en el jugador que es. Incluso en su discurso de despedida, Federer habló sobre "cómo el inmenso apoyo de su esposa Mirka contribuyó directamente a la longevidad de su carrera".

Es fácil, especialmente cuando tienes éxito, sentir que todo es obra tuya. Rara vez lo es, y reconocer eso es una señal de verdadero liderazgo.

2. Compañeros de equipo

A menudo se hace referencia al tenis como el deporte más solitario del mundo. Al igual que muchos trabajos de C-suite. Si bien es cierto que la responsabilidad de muchas de las decisiones clave recae en el jugador o el líder, es importante reconocer siempre la inmensa cantidad de trabajo duro realizado por sus colegas y compañeros. En las miles de entrevistas que Federer daba a los medios, casi nunca hubo un momento en el que no reconociera la contribución de su equipo: sus entrenadores, su equipo de fisioterapia y todo el personal de apoyo. Los grandes líderes nunca menosprecian las contribuciones de quienes los han ayudado a convertirse en quienes son, sino que los ponen en un pedestal y se lo hacen saber al mundo.

3. Aprender cuando se pierde y humildad cuando se gana

No siempre se puede ganar. Muchas veces si ganas o pierdes está fuera de tu control. Pero lo que está bajo su control es cómo lidias con una derrota. Y la carrera de Federer ha sido una clase magistral de ser siempre amable en la derrota y humilde en la victoria. Justo encima de la entrada a la cancha central de Wimbledon están inscritas:

"Si puedes lidiar con la victoria y la derrota, y tratar a esos dos impostores de la misma manera".

Ese parece haber sido el mantra de Federer a lo largo de su carrera. Ya sea cuando ganó o cuando perdió. La conducta de Federer ha sido equilibrada, humilde y amable.

4. Ok, es momento de renunciar

La jubilación es algo con lo que luchan los líderes de todas las profesiones. Especialmente cuando uno ha estado en la cima, ha estado en una posición de poder durante un tiempo considerable, es fácil que el juicio de uno se nuble con respecto a la jubilación. Federer entendió el costo que tanto la edad como las lesiones le habían causado, también entendió que retrasar el retiro es como retrasar lo inevitable. Saber cuándo es el momento de retirarse contribuye a mantener intacto su legado en lugar de ver cómo se diluye cuando simplemente no puede seguir adelante.

La conciencia de las propias limitaciones es otra verdadera señal de liderazgo.

5. No tengas miedo de mostrarte como eres

Todos hemos visto la imagen de Federer llorando desconsoladamente por su retiro y su viejo amigo y mayor rival en la cancha, Rafael Nadal, sosteniendo su mano, él mismo llorando. Muchos han comentado sobre la naturaleza icónica de la foto y todo lo que representa: esa masculinidad tóxica no tiene espacio en la época actual. Que está bien que los hombres lloren y expresen emociones.

Mostrar emociones, expresar cómo se siente uno, no volverse innecesariamente agresivo, todo contribuye en gran medida a convertirlo en un verdadero líder.

6. Y, ¿por qué te conviene un (buen) rival?

¿Qué sería de Cristiano sin Messi? ¿O de Larry Bird sin Magic Johnson? ¿O de Alain Prost sin Ayrton Senna? No se trata de tener un enemigo mortal, sino de tener a alguien que nos inspire a ser mejores.

Nuestros rivales pueden convertirse en un buen espejo en el que mirarnos. Entre otras razones, porque nos obligan a tomar conciencia de quiénes somos. Esa imagen que vemos a través de su mirada tiene mucho valor.

En la vida real, aprender a gestionar la diversidad de opiniones, la necesidad de reconocimiento, la falta de tacto o diplomacia de los demás, la exigencia, la envidia, etc. nos ayudará a ser más fuertes e ingeniosos. Ya se decía en la antigua Grecia:

Los hombres sabios, aprenden mucho de sus enemigos.

Por ejemplo, en 2014 se hizo un estudio en el que corredores de larga distancia corrían cinco segundos más rápido por kilómetro, cuando uno de sus rivales favoritos corría la misma carrera. Y es que, al estar a tu nivel, te motiva a trabajar más duro para poder acercarte a eso que le envidias.

Es normal que a medida que escalas en tu carrera profesional y tu reputación crece, también crecen las envidias y tu conducta está más a la vista de todos. Por eso no te espantes, al contrario, velo como que eres su inspiración.

En conclusión, no debemos subestimar la figura del contrario (siempre y cuando sea competencia sana) en nuestra vida personal y laboral porque también nos hará valorar nuestras fortalezas y reconocer nuestros progresos.

@amenesesfdz

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Alejandro Meneses Fernández

Politólogo por la UPAEP y licenciado en Economía (Ibero Puebla) con Maestría en Gestión Pública Aplicada por el ITESM. Se ha desempeñado en la administración pública, como consultor independiente y actualmente es director General de Tekuno S.A. De C.V. empresa dedicada a las soluciones tecnológicas.