El futuro de nuestro país o del planeta entero depende de los jóvenes que hoy buscan oportunidades de estudio y trabajo para poder desarrollar sus habilidades.

Son ellos los que tienen ese ímpetu para salir adelante y la fuerza para derribar cualquier muro que haya en su camino. Son innovadores, talentosos, creativos, incansables y llevan en la sangre las ganas de conquistar al mundo.

Por eso es necesario extender nuestras manos y apoyarlos en todos los sentidos para que cumplan sus sueños y contribuyan de manera positiva a nuestro entorno social.

Como personas adultas y en mi caso como representante popular, tenemos el fiel compromiso de guiar su camino y generar condiciones para que vivan en un ambiente seguro y lleno de oportunidades.

Los jóvenes de hoy han demostrado que no tienen límites, de ahí la importancia de la corresponsabilidad social, pues es primordial que su fuerza sea canalizada de forma adecuada.

Quienes tenemos hijos jóvenes, sabemos de esa enorme responsabilidad.

Hay que escucharlos y entenderlos en todo momento.

Pero no sólo eso, es importante que abramos más espacios  a nuestros jóvenes que han triunfado en diferentes áreas; hemos visto a muchos destacar en el deporte, cine, arte, cultura, ciencia, música y desde luego  en la política. Jamás hay que truncar sus planes.

Hay otros jóvenes que desafortunadamente están en malos pasos; ellos también requieren de nuestra atención para superar, por ejemplo, sus adicciones.

Podemos mencionar una enorme lista de quienes que han entregado su vida por tener un mejor planeta, tanto en el pasado como en la actualidad.

Recientemente vi la película El fotógrafo de Mauthausen, cuyo protagonista fue precisamente un joven español que a la edad de 20 años los nazis lo hicieron prisionero en un campo de concentración que se instaló durante la Segunda Guerra Mundial en el municipio austriaco de Mauthausen.  Se llamó Francisco Boix y fue un héroe, pues tuvo la valentía de resguardar y entregar  miles de negativos que demostraron las atrocidades cometidas por el Imperio Nazi y que sirvieron incluso para enjuiciar a varios jerarcas alemanes.

La fuerza de los jóvenes es incalculable. Ahora con las nuevas tecnologías exploran espacios increíbles que poco a poco deberán ir conquistando de una manera responsable por el bien de su generación. Sin duda en sus manos tienen el futuro de la humanidad.

Qué mejor que empezar por casa para detonar su talento y llevarlos de la mano  a donde quieran ir, pues la fuerza de todos ellos es tan potente como los rayos del sol. 

Hagamos que cada joven represente un porvenir próspero y lleno de éxitos, donde no haya cabida para escenarios caóticos. 

La fuerza de los jóvenes también  radica en nosotros.

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