La Guardia Nacional: creación de una institución sólida y garante de los Derechos Humanos

  • Guillermo Aréchiga Santamaría
La inseguridad es la mayor preocupación de los mexicanos.

La principal obligación del Estado es garantizar la seguridad, la integridad y el patrimonio de los ciudadanos. Tal y como está mandatado por el Artículo 21 de nuestra Constitución, la función estatal de garantizar la seguridad pública comprende todas las dimensiones de la seguridad y procuración de justicia: la prevención, la investigación y la persecución de los delitos.

Esto quiere decir que es deber de las instituciones del Gobierno de México, crear un marco sólido de protección institucional que abarque, desde el combate a las causas que dan origen a los delitos, como la pobreza y la exclusión social, hasta asegurarse de que se sancione a los delincuentes.

Estamos conscientes de que la inseguridad es la mayor preocupación de los mexicanos, de acuerdo a la Encuesta de Mitofsky publicada en noviembre pasado, el 48% de la población cree que el incremento de la delincuencia es el mayor problema del país.

Es por ello que la política social del Gobierno de México tiene como objetivo generar oportunidades equitativas para el bienestar y fortalecer las capacidades de los jóvenes, de modo tal que se prevenga la inseguridad ofreciendo alternativas de vida a quienes, al no encontrar oportunidades lícitas o suficientes, encuentran el sustento diario uniendose a grupos criminales.

Sin embargo, al mismo tiempo que se invierte en combatir las causas que originan los delitos, comprendemos que la situación actual de nuestro país requiere de una modificación profunda de nuestras corporaciones policiacas, además de una gran inversión en fortalecer la capacidad técnica y operativa de nuestros elementos de seguridad.

La creación de la Guardia Nacional se dio en un proceso de apertura y diálogo, que escuchó a todas las voces involucradas en las acciones de seguridad interior, tanto a las víctimas del delito, como a organizaciones de la sociedad civil, como a las instituciones que luchan todos los días por garantizar la seguridad de los ciudadanos. Este proceso de diálogo, generó un gran consenso social: de acuerdo a la encuesta publicada por El Financiero el pasado 18 de febrero, el 72% de los ciudadanos estamos de acuerdo con la formación de la Guardia Nacional.

Es así que en la Cámara de Diputados, aprobamos con 462 votos a favor la creación de la Guardia Nacional. Votamos por un cambio de fondo que cimienta una institución policial más fuerte, con elementos con el mayor nivel de capacitación, mejor armamento y equipamiento, y con menor riesgo de ser corrompida.

Se trata de una reforma de fondo que por primera vez regula el papel que deben realizar las instituciones encargadas de garantizar la seguridad interior, que antepone el respeto a los derechos humanos y que prevé con claridad la retirada gradual del ejército y la marina de las calles, de forma paralela a la consolidación de la Guardia Nacional con los elementos y equipo necesario para tomar su mandato de garantizar la seguridad de la ciudadanía.

La Guardia Nacional será una institución adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que asegura que toda su actuación será regida por la normatividad civil, por lo que en ningún caso sus sanciones se dirimirán en tribunales militares.

Vivir en un México pacífico en el que nuestra integridad y el fruto de nuestro trabajo diario esté a salvo, requiere de un diseño institucional sólido, con políticas concretas de prevención del delito, con elementos policiales capacitados, honestos, bien equipados y sobretodo, con vocación de servir a México. Por eso voté a favor de la creación de la Guardia Nacional.

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Guillermo Aréchiga Santamaría

Licenciado y Maestro en Derecho Penal Universidad Cuauhtémoc. ExJefe Estado Mayor Policía Fiscal Federal Director del Instituto de Profesionalización PGJ de Puebla y ExSecretario de Seguridad Publica y Transito Municipal Puebla