Por Elmer Ancona

Las encuestas que se levanten en próximos días para ver quienes competirán por el Gobierno de Puebla no serán nada significativas para los poblanos; simple y llanamente se arrojarán números y nombres sin importancia.

En el imaginario de los poblanos, créanme, no están los rostros de muchos hombres y mujeres que ya levantaron la mano para competir; los votantes sólo tendrán en la cabeza el registro de los políticos que han servido con lealtad a la sociedad. Así que pónganse a temblar.

Muchos de los personajes que ya comienzan a aparecer en los medios de comunicación carecen de prestigio como funcionarios públicos; peor aún, están vinculados a turbias figuras del presente y del pasado.

Muchos fueron incompetentes, tibios, grises y mediocres “servidores públicos” que no dejaron huella en la sociedad; peor aún, han sido vistos como políticos rapaces que han crecido a la sombra de otros.

Ante este negro panorama en la que nadie puede cantar victoria ¿quién podría ganar las elecciones del 2 de junio? Aquí daremos algunas respuestas que pueden servir de algo a los políticos improvisados:

1) Ganará el candidato que rompa con viejos paradigmas, que destruya los viejos moldes políticos para dar paso a un proyecto de gobierno más feroz, más competitivo, más inclusivo e incluyente

2) Se impondrá el candidato que ofrezca un discurso más convincente, más comprometedor, más realista, sin usar una sola línea para generar desconfianza o para construir mentiras o demagogia. Eso lo percibe el votante

3) Obtendrá el triunfo el candidato que convenza y demuestre al electorado que lo que hizo en el pasado como funcionario público dio excelentes resultados y claros beneficios para la gente. Esos hechos nunca se olvidan

4) Avanzará el candidato que menos descalifique al contrincante, que menos golpeteo use en sus discursos, que privilegie la conciliación, la diversidad, la unión de esfuerzos, en lugar de la destrucción y el encono

5) Se coronará el candidato que no se “cuelgue” de triunfos ajenos (locales o federales) porque es bien cierto que, a nivel local y nacional, no están las cosas como para sacar el bombo y los platillos

Si sale a la palestra un excelente candidato para los votantes, pero hay un pésimo gobierno comandado por su partido de origen, mejor váyale diciendo adiós al triunfo, porque los ciudadanos no perdonan a los malos gobernantes, a los desastrosos administradores.

¡Síganme los buenos!

Aunque no tenga todo a su favor, los buenos políticos o los funcionarios públicos que en su pasado tuvieron una gestión profesional (como alcaldes, diputados, senadores) deben competir porque, con toda seguridad, están en la conciencia colectiva de Puebla.

No importará tanto si van solos o acompañados en coalición; aquí el importante será el personaje, siempre y cuando despliegue un novedoso y atrapante discurso.

Por supuesto, su estructura partidista y electoral deberá trabajar al doble porque habrá alianzas que utilizarán todos sus recursos y a todos sus militantes para ganar el poder.

Casi podría decir que el candidato más “natural”, el que exponga mayor bondad, será el que triunfará el próximo 2 de junio; el más afable; el más próximo con la gente; el menos falso e hipócrita con los votantes. Y esos no abundan.

Quizá una ligera ventaja podría tenerla una mujer candidata por la aún reciente imagen que tienen los poblanos de Martha Erika Alonso, pero desde mi particular punto de vista no será una condición en sí misma para que el electorado dirija el voto a  su favor.

Mientras más se confronten los candidatos de un solo partido político para ver quién es el “ganón” de la contienda, peor les irá, porque ese desgaste interior terminará por favorecer a los contrarios de otros institutos políticos.

Así que, políticos poblanos, no canten victoria previa porque en los renglones del poder nada está escrito; mejor armen una suculenta estrategia que convenza a la gente de sus bondades como servidores públicos.

Y los políticos de mucho prestigio, de mucho arraigo que aún tienen miedo de competir por sentir que caminan en solitario, sin tanta estructura, dejen atrás sus temores y demuestren lo que tienen entre manos, lo que son capaces de hacer por el bien de la sociedad.

Como ciudadanos estaremos pendientes de lo que suceda en el ámbito electoral porque, créanme, a estas alturas ya sabemos cómo gobiernan unos y otros partidos políticos. Será muy difícil y complicado un engaño extra.

@elmerando

elmerancona@hotmail.com