¿Están peleadas la ética, la imagen y las instituciones?

  • Alejandra Salcedo
¿Acaso no existe un código de ética que marque el actuar de los miembros de esa institución?

El 20 de noviembre de este año fue arrestado el presidente de Nissan y Mistubishi, Garlos Ghosn, por la malversación de fondos. Este hecho nos lleva a la duda de por qué alguien que representa una institución con tanto reconocimiento, un posicionamiento grande y tantos valores corporativos, se ve envuelto en este tema. ¿Acaso no existe un código de ética que marque el actuar de los miembros de esa institución?, ¿los valores se van perdiendo mientras más alto es el cargo y más apoyo se tenga de alguna institución pública o privada?

Todas estas preguntas surgen por un problema que parece influir en todo el mundo, la poca práctica de valores y nulas consecuencias cuando no se llevan éstos a cabo. Estamos en un país donde al honesto se le castiga y a los corruptos se les premia; lo podemos ver, por ejemplo, con casos como la Casa Blanca de las Lomas, Odebrecht, Javier Duarte y Karime Macías. Todos parecen salir impunes. Pero esto también se ve desde los valores y educación desde casa; como un segundo ejemplo, es penoso encontrar en las redes sociodigitales videos de niños jugando a ser sicarios y, peor aún, padres que lo normalizan.

El día en que las malas prácticas sean castigadas, existan consecuencias reputacionales considerables y se enaltezcan los aciertos, se podrá vivir y experimentar el valor real de la marca, no sólo para la institución, sino en pro de la sociedad.

La ética y la moral, entonces, parecen ser cualidades que sólo son utilizados en papel, pero no en acciones; una ética ideal pero utópica, muy lejana, o parte de una “filosofía aburrida”. Como consecuencia, en la ética empresarial nos topamos con organizaciones que tienen misión, visión y valores sólo por cumplir con lo que alguien les dijo que debía existir; pero no son fundamentos institucionales sólidos e integrales.

Cabe señalar, que la falta de congruencia en el ser, decir y quehacer de las empresas, es justamente lo que daña directamente a la imagen pública institucional. Generar una buena percepción debe tener como base la transparencia ética. Primero, fortaleciendo la identidad institucional, reconociendo la razón de ser real de la empresa integrando los intereses individuales de los colectivos (vivir y defender la filosofía institucional); después, enriqueciendo su comunicación tanto en la dimensión interna (colaboradores) como externa (diferentes públicos objetivo); y, por último y no menos importante, a través de la coherencia en su imagen, es decir, la proyección externa.

Una ética aplicada permite tener bases sólidas; será la ruta de navegación para las empresas que facilite identificar las estrategias de imagen y comunicación correctas. Navegar bajo estas premisas ayudará a mantener una imagen pública coherente, la cual se traducirá en una reputación positiva.

En Proyector Esencia y Percepción sostenemos que las instituciones deben de considerar la ética como un elemento fundamental en sus estrategias de comunicación, que se puede lograr sin un gasto millonario como se nos ha hecho pensar y que puede funcionar con la sociedad, aportando y nutriéndola, pero sobre todo hacer un trabajo introspectivo en donde no se olvide que las organizaciones se componen fundamentalmente por individuos y que, por ende, es indispensable comenzar desde esa corresponsabilidad con el cometido de un beneficio común. Les recordamos a todos los miembros de empresas que nos leen que hoy día todo el tiempo estamos en la mira, tanto para cosas buenas como malas alguien siempre nos observa y esa persona puede potenciar o destruir la reputación de un puesto o marca. Por ello, convertirse en una empresa con valores claros, reales y coherentes, promoverá la innovación del mercado y por lo tanto la permanencia que sus instituciones puedan tener con su mercado meta.

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Alejandra Salcedo

Especialista en la construcción y manejo de percepciones. Maestra en Ingeniería en Imagen Pública, con experiencia docente, en capacitación, gestión de comunicación interna y externa.