25 votos separarán a Andrés Manuel de la mayoría calificada. Para unos, los conseguirá sin problema por la propensión de algunos al pragmatismo y la corrupción. Para otros, no y eso explica el encono en la confrontación por el control del PAN y el PRI. Esa pequeña diferencia ofrecería un poderoso margen de negociación. El asunto no es menor: Está en juego dilucidar quién será el interlocutor de la oposición con el partido hegemónico. Más todavía: Dependiendo de lo que resulte, se concretará la viabilidad de MORENA como fuerza política hegemónica. Una cosa fue ganar las elecciones y, otra, reformular el sistema de partidos. Evidentemente, quien se encuentra en peligro de ser desmantelado es el PRI, dada la absorción que padece a manos de MORENA. En una primera lectura, el PAN estaría en ruta de ser no sólo el interlocutor, sino el principal opositor rumbo al 2024. Pero dependerá de que el PRI sea desmantelado. Es una clara lucha por el poder de carácter transpartidista…

En este momento, sólo dos luchan por el poder al interior de Acción Nacional: Marko Cortés por parte del eje liderado por los anayistas y Roberto Gil Zuarth del lado calderonista y sus aliados. Pese a no haber ganado Anaya, las alianzas tejidas por él en el PAN mantienen el control. Esto explica el llamado de Marko a perdonarse los errores y sumarse para afrontar el desafío de MORENA como partido hegemónico. Atendiendo a la preeminencia de los anayistas, Gil Zuarth afirmó que está por decidir si compite por la dirigencia panista: Está en la supervivencia del partido, afirmó y, apuntando a un relevo de élites, aseguró que el PAN no necesita un nuevo gerente sino “una nueva dirigencia que le dé gobernabilidad”. En pos de sus planes, marcó distancia del anayismo y del calderonismo: El PAN necesita algo más que un gerente que administre parcelas de poder de dichos grupos. El mensaje es directo: De equivocarse el PAN, estaría en riesgo de convertirse en un PRD testimonial sin influencia en las decisiones…

Para poder competir con Marko Cortés, Roberto Gil Zuarth necesita superar al calderonismo y sellar una alianza más allá del retorno del expresidente. Habrá que ver cuál es su enfoque sobre Margarita Zavala…

“Se baja Márquez, Rafael se desploma…”

Miguel Márquez se baja de la competencia debido a que la contienda interna ha derivado en la formación de dos frentes y su eventual candidatura causaría una división a favor de una de las partes. Para el panismo tradicional es mejor una negociación que le permita funcionar como fiel de la balanza. Asimismo, las presiones para adelantar el desenlace, le obligaría a dejar el cargo antes del relevo, lo que complicaría el proceso local. En cierta forma es una lástima porque habría sido una buena opción, pero, como él mismo reconoció, no estaban dadas las condiciones para contender…

Sin embargo, en Acción Nacional también están decidiendo el rumbo hacia 2024 y, a diferencia de Márquez que decidió no competir, el proyecto de Rafael Moreno Valle se está desplomando en un escenario de corte transpartidista. Intramuros, los dos bloques de aliados han dejado un margen de maniobra casi nulo a Rafael. Desde afuera, el conflicto poselectoral en Puebla ha terminado de mancharle al expediente al exgobernador. Al margen de lo que resulte en tribunales, lo cierto es que no sería buena idea un dirigente partidista cuyo grupo es señalado como orquestador de un presunto fraude electoral. Los embates de Luis Miguel Barbosa quizá no logren revertir el triunfo de Martha Erika Alonso, pero están descarrilando tanto los planes de Moreno Valle para la dirigencia del partido como la candidatura presidencial dentro de seis años. En el contexto, el respaldo de López Obrador al senador con licencia sigue siendo escaso. Por mucho, sólo para debilitar a Martha Erika. El desencuentro es innegable…

De asumir la gubernatura, habrá que calibrar las posibilidades de la señora en el equilibrio de poder entre el CEN de Acción Nacional y los gobernadores…

“PRIMOR: La refundación…”

En el PRI, cunde el pánico. AMLO y MORENA están ejerciendo un enorme poder de atracción con su estrategia de absorber y clonar al que fuera partido hegemónico. Casi único en el poder, como diría Alejandra Lajous. La refundación del PRI en MORENA, lo ocurrido durante el proceso electoral y la composición del próximo gabinete, podrían desmantelar al partido fundado por Plutarco Elías Calles. De manera inexorable, el tiempo corre y se acerca la fecha del traspaso del poder. Se experimenta un doble vacío: Un presidente que no se ha ido pero que se ha vuelto irrelevante y otro que ha sido electo y al cual todos prestan atención, pero que no termina de llegar. Las expectativas son muy altas, pero un trasvase entre ambos podría desatar futuras luchas por el poder entre las filas morenistas…

En un plano emparentado con lo anterior, está el ‘cáncer’ de las estructuras corruptas que podrían terminar por meter al nuevo gobierno en un proceso de descomposición. Vean los forcejeos en torno al proyecto educativo: Esteban Moctezuma afirmando que la reforma educativa se queda y que se procederá a consultas para los cambios que procedan, a la CNTE diciendo que volverán a las andadas en caso de no echarla abajo, a las huestes de Elba Esther afirmando que van a recuperar el poder en el SNTE (mientras Moctezuma le revira diciendo que no hay pacto entre AMLO y ella) y al EZLN expresando su rechazo al próximo secretario de Educación Pública. La refundación del PRI en MORENA podría terminar en un desastre…

Pese al triunfo, en MORENA también se registran varios conflictos. A los desacuerdos de Jorge Zepeda Patterson por el rumbo que está siguiendo Andrés Manuel, se suma la ruptura con la revista Proceso que, en su número de esta semana, expresa su disgusto por los tintes autoritarios de López Obrador y las embestidas de Federico Arreola, desde SDP Noticias, contra Loretta Ortiz Ahlf por el tropezón en el tema del Papa y las consultas sobre la pacificación del país…

En otro plano, están las confrontaciones regionales entre estructuras de poder territorial. Tal es el caso de Sonora, donde Claudia Pavlovich intentó un ‘madruguete’ para reformar la Constitución local y quitar facultades a la próxima Legislatura. Manlio Fabio y sus aliados perdieron de forma contundente en territorio sonorense y buscan reagruparse en el bloque que se está formando en torno a los gobernadores priístas, mientras a trasmano maniobra a través de Ulises Ruiz. El relevo provisional que recayó en Claudia Ruiz Massieu da a Carlos Salinas la preeminencia, pero pronto tendrán que escoger al dirigente definitivo y viene la presión de la Vieja Guardia con Rubén Moreira que pasó a la Secretaría General. La cacería de los ‘traidores’ del 1 de julio pintan un panorama muy complicado para el PRI…

Si le agregamos el nivel de confrontación por el anuncio de que desaparecerán los delegados estatales y que AMLO enviará a ‘delegados especiales’ que concentrarán el manejo de todos los programas sociales, se estaría dejando a los gobernadores en un segundo plano. Andrés Manuel estaría concentrando una enorme capacidad operativa y electoral, por un lado, mientras merma a la SEGOB y potencia a la próxima SSP, por el otro. Los vacíos de poder que se generan por el próximo relevo, aumentan el encono entre grupos y facciones. Termina la era de un partido que fuera hegemónico y se intenta fincar el inicio de otro…

En otro carril, se acaba de confirmar que sí se usó el fondo para damnificados con fines distintos y en beneficio de MORENA. El INE busca sancionar al partido y sería un caso sonado que dejaría al gobierno entrante en línea de confrontación con las expectativas ciudadanas, que son muy altas…

“La lucha por el aparato de seguridad…”

De manera soterrada, hay una lucha por el control del aparato de seguridad. Aquí se inserta el anuncio sobre la desaparición del CISEN y del Estado Mayor Presidencial. No se trata sólo de cumplir con las expectativas ciudadanas, sino de resolver quién o quiénes serán los hombres que acompañarán a López Obrador en el verdadero ejercicio del poder. Todo partido hegemónico los ha tenido. Hoy, es evidente que se desarrolla una recomposición del aparato de seguridad y Manlio Fabio es una de las figuras con las que están topando. Lo curioso del asunto es que, por lo pronto, AMLO le haya puesto enfrente a Alfonso Durazo que, por cierto, no es hijo de Arturo ‘El Negro’ Durazo, de tan triste memoria y sacado a relucir por la transmisión de la serie sobre Luis Miguel…

Alfonso no es un experto en seguridad, aunque sí en el manejo de información de primera mano, gracias a sus recorridos por todo el país. Para muchos, fue la figura clave que explica el descalabro del grupo de Beltrones en Sonora y el jaloneo actual con Claudia Pavlovich, forzada a dar marcha atrás en su intentona legislativa. Sin embargo, una cosa es un proceso electoral, aunque se trate de la sucesión presidencial, y otra enfrentar un poder fáctico como el de Manlio Fabio Beltrones…

Roto el ‘Círculo Negro’ que mantuvo la gobernabilidad de México, otro se configura no sin sobresaltos. Si Alfonso Durazo no es un experto en seguridad y en el equipo de trabajo para tal efecto hay poco material humano, ¿con qué se piensa competir con alguien como Beltrones? Como bien señaló recientemente Carlos Ramírez, gravita la figura de Manuel Bartlett. Detrás de Alfonso Durazo, los hilos conducen a Carlos Salinas de Gortari. Cabe recordar su paso por la entonces Secretaría de Programación y Presupuesto, así como por el colosismo. Pero, a partir de 2000, tomó su propio rumbo…

AMLO se está jugando desde ahora el futuro de su gobierno, sobre todo por las elevadas expectativas de los ciudadanos, que no dudarán en cobrar la factura de incumplirlas. De fracasar la estrategia de seguridad que se pretende implantar con Alfonso Durazo y sus asesores, Andrés Manuel quedará en manos de Manlio Fabio Beltrones, de Manuel Bartlett o de ambos. No digamos de la delincuencia organizada…

Hasta entonces…

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