La debacle del PRI, PAN y PRD

  • Norma Angélica Cuéllar
Apuntes para comprender lo ocurrido en la elección del 1 de julio.

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, según calificaron casi todos los medios, fue arrasador, pero también fue arrasadora la debacle del PRI, el PAN y el PRD en este proceso electoral. AMLO obtuvo casi 54% de los votos emitidos y Morena ganó en cinco de las 9 entidades donde se eligió gobernador. Creo que tardaremos semanas para comprender el impacto de lo que sucedió este domingo en el país.

Primero, hay que mencionar que la jornada fue histórica, transcurrió con normalidad y con alta participación. De las 156 mil 807 casillas, no se pudieron instalar sólo 15 y un total de 14 tuvieron que ser suspendidas por robo o violencia (cinco de ellas en Puebla).

Se tuvo una participación de 63.4 por ciento de las personas inscritas en la lista nominal, una de las votaciones más significativas en México y aunque tengo la impresión de que hubo una gran ausencia de jóvenes, los electores emitieron un contundente voto de castigo contra los partidos políticos que hasta ahora ostentan el poder.

Sin duda, la víctima más lesionada, fue PRI, pero también el PAN y el PRD. Sin mencionar a la chiquillada, que no es por hacerlos menos, pero ni siquiera los voy a mencionar.

Vayamos a los hechos, Andrés Manuel se convirtió en el presidente más votado de la historia de México con más de 30 millones de votos, con una amplia diferencia sobre el panista Ricardo Anaya, quien obtuvo 22.5 millones de votos y sobre el candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) José Antonio Meade, quien obtuvo 16.4 millones de votos. La gran sorpresa fue una inclinación del electorado a apoyar al candidato independiente Jaime Rodrígez “El Bronco”, quien obtuvo poco más de dos millones de votos.

El principio de la tragedia priista es que el hecho de que Meade no ganó ni uno de los 32 estados y ni uno solo de los 300 distritos electorales.

El PRI tampoco pudo retener las dos entidades que actualmente gobierna: Jalisco y Yucatán. Y en el resto de las entidades donde se eligió gobernador no fue un partido competitivo. En Jalisco, su candidato, Miguel Castro, quedó en tercer lugar al obtener 16 por ciento de la votación, mientras que el morenista Carlos Lomelí obtuvo 24.5 por ciento y el eventual triunfador, Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, tuvo 39 por ciento.

En Yucatán, el candidato priísta ocupa, hasta ahora, el segundo lugar con el 33 por ciento de los sufragios, mientras que el panista Mauricio Vila, registra el 37.6 por ciento.

En los cinco estados restantes -Ciudad de México, Guanajuato, Puebla, Tabasco y Veracruz (donde contendía el vástago del actual gobernador Miguel Ángel Yunes)- los candidatos priístas cayeron hasta tercer lugar de las preferencias, mientras que en Morelos, José Meade ocupó la cuarta posición. En Chiapas, el priista Roberto Albores, se ubicó nueve puntos abajo del eventual ganador, el morenista Rutilio Escandón.

Pero la tragedia no acaba ahí, las cifras preliminares de la nueva composición del poder legislativo ponen al tricolor como la tercera fuerza política. Morena tendrá mayoría absoluta el Senado al obtener el 56 por ciento de los escaños y en la Cámara de Diputados obtuvo 63 por ciento de los lugares.

El golpe de esta elección al PRI es tan grande, que los priístas perdieron hasta su bastión más icónico: el municipio de Atlacomulco en el Estado de México.

El Estado de México también se pintó de Morena. Con casi el 90 por ciento de las actas computas. 42 de los 45 distritos fueron ganados por diputados de Morena.

Para el Partido Acción Nacional (PAN), la tragedia no fue menos. Hay que recordar que contendió por la presidencia con el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Juntos quedaron a casi 8 millones de votos del candidato de Morena .

En esta elección, el PAN ganó en Yucatán y conservó Puebla y Guanajuato, con sus candidatos Mauricio Villa, Martha Ericka Alonso y Diego Sinhué, respectivamente; sin embargo, se prevé que haya recuento voto por voto en Puebla.

En Puebla, la esposa del gobernador (casi) saliente, Rafael Moreno Valle, Martha Erika Alonso, obtuvo una dudosa victoria sobre el morenista Miguel Barbosa. Hasta ayer, se hablaba de 127 denuncias por irregularidades. Puebla fue la entidad con mayor número de incidentes en la jornada y se presume que hubo una gran compra de votos, además del robo de urnas y violencia.

El PAN también perdió el denominado corredor azul del Estado de México. Conservó Huixquilucan y Naucalpan, pero perdió Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli.

Para el PRD, las cosas no fueron mejores.  Perdió la Ciudad de México y su coalición con el PAN se llevó sólo tres alcaldías y el PRI se quedó con 1, en tanto que la coalición Juntos Haremos Historia se quedó con 11 alcaldías de la ciudad de México. Morena le arracó al PRD, las tres jurisdicciones más grandes de la CDMX: Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón.

Y la joya que coronará de su derrota es que el PRD perdió su registro. Sí, así como lo oye. Ya no tendrá prerrogativas a partir de este año.

Y la chiquillada también se va… se va el Partido Verde, el único partido verde en el mundo que estaba a favor de la pena de muerte, que no era progresista y que no era ecológico. También se va el Movimiento Ciudadano, con todo y niñito bailarín. Se va Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social. Todos perdieron su registro. A todos les deseamos que les vaya muy bien en la vida.

¿Pero qué pasó? ¿Cómo es posible a 4 años de fundado, Morena pudo tener tan insólitos resultados?

La respuesta está, sin duda, en un malestar generalizado por los aumentos en combustibles y bienes de consumo, la inseguridad e impunidad y sobre todo, la corrupción.

Desde mi punto de vista, el electorado reprobó los resultados de las 10 reformas estructurales, promovidas por el priísta Enrique Peña Nieto y avaladas por el PAN y el PRD en el Pacto por México, que prometían ser una plataforma para el crecimiento, pero que a seis años de distancia sólo se han convertido en plataforma de saqueo.

La reforma energética, según se dijo,  tendría el propósito de abrir el sector a la inversión privada, nacional y extranjera, para crear empleos y sobre todo, ofrecer precios competitivos de gas, gasolinas y luz. Y pues la gasolina ya está a $20 pesos el litro y cheque sus recibos de los otros servicios.

El hartazgo de los ciudadanos llegó a un punto de no retorno. Y le puedo asegurar que las entidades donde habrá elecciones en los próximos años, poco a poco se irán tiñendo de Morena.

Los políticos pensaron que nos podían pisotear cuantas veces quisieran y nosotros no íbamos a despertar. Recuerdo varias frases de viejos prristas.

El viejo líder de la CTM, Fidel Velázquez, una vez dijo: “A balazos llegamos al poder y sólo con balazos nos van a sacar; no con votos”. Pues ya los sacamos y de qué manera.

Uno de los fundadores del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González, se mofaba también: Un político pobre; es un pobre político”. Y todas las semanas, veíamos fotos de sus hijos viajando por el mundo, comprando en tiendas de alta costura y gozando a costa del presupuesto público. Pues ya se les acabó, que se pongan a trabajar.

El neoliberal secretario de Economía del salinismo Pedro Aspe, espetó: “La pobreza en México es un mito genial”. El Coneval confirmó que la cifra de pobres no sólo no se redujo, sino creció 3 por ciento para sumar 53 millones de pobres en este 2018.

Y para finalizar una frase de Emilio Azcárraga padre: “Yo hago televisión para jodidos, porque México es un país de jodidos”. Para nadie es un secreto que esta televisora creció, vivió y operó décadas a favor del priísmo. Pues junto con el PRI, va en picada.

Estamos viviendo, sin duda, el despertar de un pueblo que ya no podía más…

norcudi@gmail.com

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Norma Angélica Cuéllar

Periodista egresada de la UNAM, especializada en política, derechos humanos, religión y migración, con artículos publicados en revistas y diversos medios nacionales. Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

 
 

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