México, poca participación electoral en presidenciables

  • Norma Angélica Cuéllar
Comparación con otros países donde es alta la participación. El 63% acude a votar.

Tristemente, México se encuentra entre los países latinoamericanos con menor participación en elecciones presidenciales, con 63% del total de sus habitantes. Y ya no hablemos de comicios intermedios donde el abstencionismo es casi del 50 por ciento.

Las sociedades de los países con las democracias más avanzadas en el mundo son altamente críticas y participativas. Su concurrencia a las urnas es tan alta, que no hay lugar a fraudes o manipulaciones.

Sin duda, el gran reto para los mexicanos, de cara al magno proceso electoral que habremos de vivir el próximo 1 de julio, será vencer nuestro tradicional abstencionismo y lograr participación de más de 70 por ciento del padrón, para así anular cualquier posibilidad de fraudes, acarreos, mapacherías o conflictos poselectorales.

En este momento, nuestro país ocupa uno de los últimos lugares de participación de electores en las urnas entre los países latinoamericanos, por debajo de Brasil, Ecuador, Uruguay y Bolivia, donde el voto es obligatorio con sanción; y de Costa Rica, Paraguay y Guatemala, donde es voluntario, según cifras del INE.

No es muy difícil imaginar cuáles son los países con mayor participación electoral en el mundo. Australia tiene 95 por ciento de participación de electores, es decir que sólo el 5 por ciento no acude a las urnas el día de los comicios. Y claro ahí el voto es obligatorio con sanción, pero qué me dicen de Malta donde no es obligatorio y vota el 94 por ciento de las personas empadronadas.

Austria tiene un nivel de asistencia de 92 por ciento; Bélgica, 91 por ciento; Italia, 90 por ciento; Luxemburgo, 90 por ciento; Islandia, 89 por ciento; Nueva Zelanda, 88 por ciento; Dinamarca, 87 por ciento; Alemania, 86 por ciento; Suecia, 86 por ciento; Grecia (aquí sí es obligatorio) 86 por ciento y España, 73 por ciento.

Pero ustedes se preguntarán por qué vota tan poca gente en México, si el voto es tan caro. Nada menos este año costará $81.4 pesos cada voto si todos los electores nos presentáramos en las urnas este domingo. Claro, no asistir eleva el precio considerablemente.

Ser ciudadano no sólo significa pagar impuestos, ser ciudadanos implica también cuidar la democracia con información, participación y con acción. Imagine que usted checa quién es el candidato a la diputación de su distrito y junto con sus vecinos y los de las colonias vecinas van a presionarlo para votar en contra de algunas iniciativas. Pues eso hacen los ciudadanos de los países que antes mencionamos.

Los ciudadanos de estas naciones acuden a las urnas con un alto sentido del deber y luego exigen rendición de cuentas y transparencia, temas en los que los mexicanos estamos en pañales.

Para tener un buen gobierno, hay que ser buenos ciudadanos. ¿Cómo le vamos a elegir a un sujeto que sea buen presidente? Si no votamos, no leemos un periódico ni por causalidad y no levantamos ni un papel de la calle para que se vea más bonita. No quiero decirlo así, pero nuestra omisión ha sido fiel aliada de la corrupción. Si emitiéramos un contundente voto de castigo verían cómo hasta los políticos más corruptos atenderían las demandas ciudadanas.

Tradicionalmente, el voto de los mexicanos se ha dividido entre el voto duro y el voto útil. Los primeros son los electores convencidos que no cambiarían su voto por nada y  el voto útil fue el que hizo posible la alternancia y la salida del PRI después de casi 70 años en el poder.

Pero en esta elección necesitamos ir más allá. Después de tanta discusión con nuestros amigos, familiares, vecinos y conocidos, tenemos que emitir un contundente y masivo voto en las urnas. Le aseguro que si logramos un 80 por ciento de participación, las cosas comenzarán a cambiar.

Vote por AMLO, por Ricardo Anaya, por Jose Antonio Meade o por el Bronco, pero vote y lleve a sus familiares, exhorte a la gente en la calle. Colabore para que esta jornada sea ejemplar y parecida a la de Australia. Nos falta mucho, pero estoy convencida que los mexicanos vamos por el camino correcto.

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Norma Angélica Cuéllar

Periodista egresada de la UNAM, especializada en política, derechos humanos, religión y migración, con artículos publicados en revistas y diversos medios nacionales. Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

 
 

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