Quienes desde 2014 han dado lectura a los espacios que en forma de opinión escrita se han abierto para esta mujer, podrán identificar que se ha buscado promover Cultura de la Legalidad, es decir informar a los ciudadanos en qué consisten sus derechos y obligaciones. Durante estos cuatro años, hemos analizado reformas fiscales, derechos humanos, cómo realizar solicitudes de acceso a información, actos en materia mercantil y civil con enfoque a empresas y ciudadanos, protección de datos, así como la complicada transparencia, la temida seguridad pública, así como la cada vez más frecuente violencia contra mujeres. Aprovecho agradecer a las editoriales que han abierto las puertas para la difusión de opiniones, siempre con pluralidad y respeto.

Estos espacios no habrían sido posibles sin el antecedente de la actividad académica que desde 2004 en diversas instituciones del Estado, se fueron abriendo. Lo que inició con una capacitación que para servidores públicos en materia petrolera, se convirtió en una pasión por transformar desde la educación, a jóvenes y adultos, en la posibilidad de intercambiar con quienes he tenido la posibilidad de coincidir en las aulas, el ideal de que este país si puede transformarse en beneficio de ciudadanos y sociedad civil.

Repetidas promesas sin fundamento, falta de congruencia entre discursos vacíos y personajes reciclados, así como la sensación de hartazgo ante la excesiva impunidad con que nuestra sociedad es golpeada en cada proceso electoral, me hizo tomar la decisión de ejercer el derecho constitucional que establece el artículo 35 fracción II de la Constitución… para algunos podrá llamar la atención lo que consideran “falta de experiencia en la política”, situación que por cierto en ninguna ley se establece como requisito para participar en una elección popular, parece prejuzgar no sólo sin perspectiva de inclusión en razón de mi género, sino más bien a la usanza de las prácticas de antaño, donde el valor a los estudios, trabajo y desempeño en el sector público y social, son devaluados ante el mercantilismo electoral.

Oportunidades para presentar las propuestas que en materia legislativa se requieren para hacer realidad la rendición de cuentas públicas, desde el Congreso de la Unión: acciones preventivas y activas para frenar la inseguridad la necesaria corresponsabilidad para proteger nuestro medio ambiente; las acciones para el acceso a justicia de grupos vulnerables como personas con discapacidad, migrantes, niñas, niños, adolescentes, comunidades y pueblos indígenas; la protección y bienestar en favor de animales; la prevención con educación para protección de la vida on line; la oportunidad de incluir la innovación desde la ciencia y tecnología en favor de la juventud; la transformación desde modelos didácticos para replantear los roles que siguen frenando la vida en igualdad de género; la necesaria regulación para otorgar seguridad en los nuevos modelos de inclusión laboral para jóvenes… de poco podrán servirnos a los ciudadanos si no damos un paso para combatir de manera frontal a la impunidad en la que se ha sumido al estado y al país.

Como ciudadanos hemos aprendido a salir delante de las problemas que el destino nos envía, para muestra, la solidaridad que todos expresamos con acciones en el sismo del 19 de septiembre, mientras las autoridades demostraron un engrosado aparato de burocracia que retuvo la ayuda que con el esfuerzo de todos nosotros ciudadanos se materializó y que en algunos casos, no fue entregada o se sometió a alguna condición. Se han puesto a pensar que está en nuestras manos exigir la rendición de cuentas, no sólo de esos recursos, sino de los 7.7 billones que se han destinado de nuestros impuestos a combatir la corrupción a nivel nacional o de los 165 millones gastados para el mismo objetivo en nuestro Estado, porque el enfoque del gasto lo definen los propios institutos de Transparencia… sin que los resultados sean palpables para todos.

Considero que es momento de que los ciudadanos podamos manifestar nuestro legítimo derecho a combatir la impunidad, sin temores, abriendo caminos para más ciudadanos.