De antología

  • Alejandra Fonseca
Un cuadro terminó en manos de ella. Un Ageloc Me también. Y quiere quedar como benefactora.

Desde que lo vio le encantó y supo, inmediatamente, que tendría que hacerse del cuadro: un óleo de Michael Jackson.

Conozco al pintor. Le tomó tiempo y un buen esfuerzo para concluirlo bien logrado. Lo pintó específicamente para rifarlo y poder comprar así dos aparatos auditivos nuevos de alta tecnología porque ya está sordo, y sacar para su renta.

Sin prevenir se acercó a una señora que es una “líder” en la empresa multinivel Nuskin. Y sabe lo avariciosa que es pero era más grande su necesidad; y la empresa conoce el modus operandi de ella pero no toma medidas.

El pintor entró al negocio hace seis años y ella, sin tocarse el alma como nunca lo hace, abusa de todos los que se dejan. Pero cómo se hizo ella del cuadro, es de antología.

Él vendía los boletos para la rifa de la pintura y se acercó a ella. Le ofreció un boleto y al ver ella el cuadro su avaricia sacó los dientes: “¡Ese cuadro no lo puedes rifar. Está precioso. Yo me quedo con él!” Desde luego no ofreció pagarlo pero a cambio prometió donar un instrumento para el cuidado de la piel de Nuskin, y ese sí rifarlo para conseguir el dinero de los aparatos auditivos.

Convenció al pintor que grabara un audio lastimoso que decía: “Alejandra López Viveros donó un AgeLoc Me de Nuskin para rifarlo y así poder comprar mis aparatos auditivos porque ya estoy sordo”, y ella se dio a la tarea de enviarlo a todos sus contactos en los chats de la empresa. Y, desde luego, salió un alma buena que ofreció dos aparatos usados que eran de su padre que había muerto y estaban buenos.

Carambola de 4 bandas: tiene el cuadro; la donación del instrumento de Nuskin no es tal porque no es de ella. Como “líder” le hizo el favor a una socia de recoger el Ageloc Me, la empresa se lo entregó e impunemente se quedó con él; la tal rifa no se llevó a cabo porque los aparatos auditivos fueron donados, pero ella dijo haberlo entregado y no es verdad --ya investigamos--. Y ante la gente (que no la conoce) quedó como la benefactora desprendida de un pobre sordo que no tiene dinero para comprar sus aparatos auditivos ni pagar su renta.

Dicen que “siempre hay un roto para un descosido”: la enorme necesidad del pintor se juntó con la descomunal avaricia de ella; pero el pintor, la socia despojada y yo, develamos el genial modus operandi de ella. “Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”… ¡nos topamos, también somos geniales!

¡A devolver el cuadro, que no es tuyo, Alejandra López Viveros! Ah, y también el Ageloc Me, ya sabes a quiénes.

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes