Debido al vacío de información, a la intriga que siempre prevalece en los actos de gobierno  y a la  acostumbre de mentir a la sociedad, muchas son las deducciones que incluso al interior  del Poder Judicial del estado prevalecen, ello como  consecuencia a que por vía de una sesión de pleno extraordinaria el magistrado Roberto Flores Toledano, fue  removido de su cargo como presidente del  Tribunal Superior de Justicia.

La remoción de Flores Toledano causó sorpresa no por el  gran desempeño que este hubiese tenido al frente del TSJ, sino precisamente porque ese  cargo que  el anterior ejecutivo del estado le había sido conferido se encontraba programado para el tiempo que  permaneciera en el poder la corriente Morenovallista.

Contrario a lo que algunos auguran en valores propiamente entendidos con el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia, no habrá cambios, pues el origen de su nombramiento se encuentra propiamente viciado y representa simplemente la sumisión del Tercer Poder al Ejecutivo en funciones.

Quienes expresan que habrá un Consejo de la Judicatura fortalecido, imparcial y autónomo en sus determinaciones es obvio que desconocen cómo se maneja el Poder judicial en el Estado.

Se continuara simulando autonomía al más alto costo que puede  representarle   a una institución,  es decir, la pérdida de  credibilidad. Ciertamente la coyuntura electoral es el mejor momento para este tipo de relevos, simplemente porque se tratara de cambios efímeros,  que representan el cumplimiento a un previo pacto entre el actual ejecutivo y la corriente política que gobierna el estado.

La etapa de transición de gobierno considerada desde ahora hasta la toma de posesión de la futura mandataria y/o mandatario será de algarabía en Poder Judicial del estado y se representara por el chantaje a jueces y magistrados, sin embargo es claro que así le gusta vivir a esa estructura burocrática.

Los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia igual que  los diputados locales, son felices cuando existe una directriz específica del ejecutivo por vía de la Secretaria General de Gobierno ya que ello representa “un gran apoyo” a cambio tan solo de levantar el dedo.

Los aparentes órdenes legales que se deben guardar para el nombramiento de un juez, magistrado o Presidente del Tribunal Superior de Justicia obedecen más que al cumplimiento de la norma a un consabido pacto y como todos tienen cola que les pisen, lo mejor es el silencio que incomoda pero a la vez acomoda.

Así que si algunos abogados postulantes aun sueñan con un verdadero cambio en el Tribunal Superior de Justicia, es factible decirles que sigan soñando porque la presidencia hoy la detenta un personaje que aun cuando conoce el oficio de postulante sus mejores movimientos fueron como ahora, es decir pactados y base de concertación no en el desgaste que representa el litigio.

Las quejas existentes en el Consejo de la Judicatura continuarán durmiendo el sueño de los justos, muchos jueces y magistrados  seguirán realizando la desleal función del litigio y el servicio público. Continuaremos viendo a una jueza como Sandra Perea Iturriaga, llegar a su juzgado en estado inconveniente y mantener el  desorden y  constante extravió de expedientes en el juzgado de San Pedro Cholula,  sabedora que su personal todo le cubre y  de la misma manera en Tehuacán jueces como Helidoro Juárez Fernández, seguirá teniendo la opción de viajar dos días a la semana a su distrito judicial y arreglar todo con llamadas y reuniones en restaurantes de la capital.

Los privilegiados jueces que despachan en el distrito judicial de Puebla, saben que continuaran inamovibles porque incluso se mantendrá la opción de negociar la estadía en la capital y aquellos que les inunda la felicidad por estar alejados del bullicio y de la falsa sociedad, es claro que nada les preocupa.

Quienes hoy se dicen doctos en el sistema Penal adversarial es claro seguirán sintiéndose la crema y nata del Tribunal Superior de Justicia, cuanto más que con ellos y con el sequito de jóvenes que han impuesto en los tribunales de oralidad todo se resuelve editando los registros y no existe servidor público del Consejo de la Judicatura que se digne realizar visitas a dichos tribunales porque no quieren evidenciar su ignorancia, no obstante lo cual dichos jueces prevalecen bajo el supremo mandato y las ordenes que les emiten desde la Fiscaliza General del estado, aunque a decir verdad los  escándalos aún están por venir, se trata de hechos que el autor de estas líneas siempre evidenció  pero que los nuevos paradigmas en la justicia los harán presentes poco a poco.

Los cambios y renuncias que seguiremos viendo dentro del gabinete de  José Antonio Gali Fayad, representan un pago de favores y desde luego, la presión para que este se mantenga fiel al Morenovallismo, cuanto más que su futuro se alineó en tan solo un año ocho meses.

En la Fiscalía General del estado todos sostienen que se mantendrán en base a un proyecto futuro con el titular de dicha dependencia, sin embargo no sobra decir que un reducido grupo de abogados, el mismo que aposto por otro candidato en el Tribunal Superior de Justicia, ahora se han dado a la tarea de organizarle comidas a conocido litigante cuyo despacho se ubica por el rumbo de la avenida Juárez, pues afirman que aquel será el nuevo Fiscal General.

Por cierto, en un tópico diverso, estaremos pendientes de la visita que realice por territorio poblano Andes Manuel López Obrador, quien para tal efecto dividió el territorio del estado en cinco regiones a recorrer, iniciando el dos de febrero y culminando el seis del mismo mes.

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