Toda la tecnología está prefabricada para durar 2 años, después se vuelve obsoleta. Esta idea surge de la famosa teoría planteada por el cofundador de Intel, Gordon E. Moore; y aunque fue una premisa creada desde 1965, la evidencia de que actualmente se sigue cumpliendo es más obvia que antes, y no solo en el campo de la tecnología sino también en el ámbito de lo social.

El desarrollo y avance en la fabricación de las computadoras y los teléfonos inteligentes, es la evidencia clara de que todo lo que el consumidor compra, por muy bueno que parezca, tiene una caducidad de 2 años. Ahí tenemos el caso de todas las versiones de iphone que han salido, al mismo tiempo toda la variedad de innovadoras computadoras que se han convertido en extra-ligeras, extra pequeñas, y con mayor potencia. Celulares que su batería explota intencionalmente después de cierto tiempo, smartphones que su sistema se  alenta cada vez más, pero sobre todo nuevas versiones con supuestos atributos diferentes, en donde lo importante no es crear un producto de calidad que dure sino un producto desechable que abone al negocio del consumismo.

Pero identifiquemos la ley de Moore aplicada en la cultura, hoy en día lo que se respira a diario es el reguetón, el cual es una tendencia que seguirá dentro de los próximos dos años, pero que el día de mañana no sabremos qué tipo de género musical sea el que lo reemplace y lo haga morir. Un ejemplo claro es el del cantautor Luis Fonsi, quien hace unos años vivía de las románticas baladas, pero que vio caer su carrera cuando comenzó a reinar el reguetón, situación que le provocó el reto de resurgir su fama y activar de nuevo al consumidor a través de mutar a este popular género, cuestión que le funcionó.

Muchos artistas han quedado en el olvido al no saber cambiar y adaptarse de manera rápida y eficaz a lo que el mundo exige. Así mismo, muchas empresas que antes se dedicaban exclusivamente a una sola cosa, ahora han tenido que ampliar su abanico de servicios y ofrecer lo que la sociedad pide. Cada día existe nuevo conocimiento que aporta a la generación de nuevos productos y servicios, en ningún otro siglo de la historia de la humanidad, han habido tantos agigantados avances  como en este.

Lo que hoy es tenencia, mañana ya no lo será, por lo que tendremos que intentar adaptarnos o morir. Existen miles de casos en donde la ley de Moore ha llevado a la bancarrota a diversas instituciones, ejemplos como Kodak, Blackberry y BlockBuster pero también miles de casos en donde este fenómeno ha hecho que se despegue a escalas inimaginables, caso Netflix, caso de Apple, caso Motorola, y no se diga del surgimiento de youtubers innovadores.

Hoy si no cambias serás basura, tal como lo son todos tus anteriores celulares, que aunque sigan sirviendo para hacer llamadas, ya no los usas porque no están actualizados a las exigencias de la mercadotecnia en el mundo, o como tu televisor analógico que terminó de adorno en tu hogar a partir de la llegada de las pantallas full HD, 4K, etc…

¡Cambia o muere!

Enhorabuena.