Estados Unidos, Acuerdo de París y sus implicaciones para México

  • Pablo Necoechea Porras
La salida afecta la financiación necesaria para invertir en proyectos que contengan el cambio climát

La participación del México en el Acuerdo de París representa un gran interés en ser partícipe del desarrollo de acuerdos climáticos internacionales. El gobierno de México se ha comprometido reducir para el año 2026 un 20% del total las emisiones de Gas invernadero, y un 51% de las emisiones de carbono. Sin embargo, sus esfuerzos pudieran tener implicaciones por el anuncio del presidente Trump realizado el mes pasado sobre el retirarse del Acuerdo mencionado. Estas implicaciones pueden resumirse en conceptos como el calentamiento global, cooperación internacional, economía, finanzas climáticas y sector privado.

Las temperaturas medias nacionales han aumentado entre 0.85 y 1.3 grados Celsius. Si Estados Unidos continúa con sus emisiones de carbono, el impacto puede ser aun mayor en términos de niveles de calentamiento, y los derretimientos glaciares podrían aumentar afectando a las ciudades costeras mexicanas debido a su cercanía.

En los últimos años se han llevado a cabo acuerdos internacionales de cooperación entre ambos países. En 2014, Estados Unidos lanzó una iniciativa para financiar al Caribe, disminuir su costosa dependencia de combustibles fósiles importados y desarrollar alternativas renovables. En 2015, Estados Unidos comprometió más de US$ 256 millones en programas de energía limpia y renovable para México y Centroamérica. Sin embargo, este tipo de cooperaciones pudiera estar en riesgo debido a la agenda del presidente Trump.

En México, la población empleada en el Sector Primario alcanza el 12.6% del total de la población económicamente activa. El derretimiento de los glaciares en México podría afectar el abastecimiento de agua del Sector, así como el suministro de energía hidroeléctrica. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe estima que los costos económicos oscilarían entre el 1.5 y 5% del PIB.

El Acuerdo sugiere que los países desarrollados deben proporcionar recursos financieros de por lo menos US$ 100 mil millones anuales para hacer frente al cambio climático. La salida de los Estados Unidos significa una reducción significativa del fondo.

El sector privado tiene un papel esencial en la reducción de emisiones contaminantes. Sin embargo, la decisión del presidente Trump podría desalentar el entusiasmo del sector privado para la reducción de emisiones en el país.

El gobierno mexicano ha establecido importantes metas para el desafío climático, pero muchos compromisos están condicionados a la financiación. Por otra parte, las energías renovables representan una oportunidad para que México logre los objetivos de reducción de emisiones. La población mexicana debe concientizar la necesidad de la acción climática y trabajar en alianza con los niveles de gobierno, ONGs, sector privado y universidades para crear sinergias y potenciar la acción climática.

El sector privado mexicano debe incrementar la colaboración con el gobierno en alianzas público-privadas para la construcción de infraestructura energética limpia, innovadora y sostenible. El potencial de México para la cooperación en materia de energías renovables es considerable, por lo que la región debe fomentar el diálogo y la colaboración internacional. El gobierno de México debe aprovechar la reconfiguración del Acuerdo incrementando su liderazgo en la acción mundial contra el cambio climático y así negociar nuevos productos financieros para la generación de tecnologías e innovaciones.

 

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