Por si no bastara con la política migratoria que criminaliza a los indocumentados, los mexicanos en los Estados Unidos tienen a un enemigo más en el gobierno del tirano Donald Trump. Hace unos días se sumó a su gobierno Julie Kirchner como encargada de la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

El nombre del puesto no deja demasiadas dudas respecto de sus tareas, pero hay que agregar que se trata del ente federal más grande con el que cuenta el Departamento de Seguridad Nacional del vecino país.

Kirchner hizo su carrera en la Federación para la reforma americana de la inmigración (FAIR, por sus siglas en inglés), y se desempeñó como su directora ejecutiva hasta 2015, cuando se unió a la campaña de Trump como asesora en temas migratorios.

El grupo, notorio por su postura nacionalista y por alentar la migración solo de países de mayoría blanca, fue fundado en 1979 por el nacionalista blanco John Tanton, considerado el creador del movimiento antiinmigratorio moderno en Estados Unidos.

Este nombramiento de tinte racista fue criticado por el Congressional Hispanic Caucus quien exige la expulsión de esta funcionaria con una dura posición hacia la migración, de una oficina federal que ayuda precisamente a los migrantes y a  las empresas a resolver problemas con las solicitudes de visados, tarjetas de residencia y ciudadanía.

En una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, el caucus dijo que el nombramiento de Kirchner como defensora de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos es “ofensivo, insensible y malicioso”.

Kirchner anteriormente dirigió la Federación para la Reforma de Inmigración Americana, un grupo de defensa conservador que favorece las deportaciones, la construcción de un muro fronterizo con México y una fuerte reducción de la migración legal de un millón de personas al año a 300 mil.

“No creemos que una persona que haya pasado más de una década atacando a las comunidades de inmigrantes ahora trabajará eficaz y cuidadosamente para promover los derechos de los inmigrantes y cumplir con los importantes deberes que se requieren de este papel”, dijo la carta enviada el miércoles y firmada por la representante Michelle Lujan Grisham, demócrata de Nuevo México, quien preside el caucus y otros 18 demócratas.

Kirchner se mudó en mayo a la oficina del Defensor de Inmigrantes (ombudsman), después de trabajar en asuntos de seguridad fronteriza como asesor del comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). El ombudsman es un “recurso imparcial y confidencial” para el público, de acuerdo con el sitio web del Departamento de Seguridad Nacional, perfil que claramente no cubre esta funcionaria.

PARA EL REGISTRO Es triste que el medio ambiente esté bajo rehén de la política. El gobierno de la capital del país, al mando de Miguel Ángel Mancera, minimiza una y otra vez las contingencias ambientales que azotan a la Ciudad de México. Sin problema, la megalópolis ha respirado una mezcla de suciedad por más de siete días seguidos y a las autoridades no les importa. Una y otra vez se han publicado estadísticas médicas que registran el agravamiento de enfermedades respiratorias a causa de este fenómeno. Es una emergencia ambiental y de salud y los gobernantes no hacen nada. Estamos a nada de llegar a una situación crítica. Gracias y hasta mañana.

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