Estar loco puede ser una forma de vivir feliz, pero ser feliz es garantía de locura; y es que, para lo que algunas personas refleja desapruebo para otras es valentía, libertad y decisión. Expresar que alguien está loco es sinónimo de atrevimiento. ¿Quiénes están locos? De acuerdo a la cultura mexicana, están locos los que se arriesgan, aquellas personas que se enfocan en un objetivo y dejan en segundo lugar lo que las demás personas piensen, o que aprueben lo que ellos quieren, los que disfrutan el momento y no les importa reírse escandalosamente o en cualquier lugar, los que pierden la cordura pero nunca el respeto, los locos son lo que superan el miedo y aprenden a disfrutar el momento, son aquellos que hablan con la verdad sin ocultar cosas, quienes a pesar de ser lastimados, regañados o reprobados son leales con ellos mismos, son las personas que cumplen sus sueños, sin importar lo lejos que estén.

Los locos actúan acorde a lo que los hace felices, dejando a un lado que otras personas estén en su contra, aman entregando lo más preciado para ellos, quizá su tiempo, sus ideas e incluso sus locuras, es pensar en grande sin anteponer limites, es darle sentido a todo lo que pudiera parecer imposible, es compartir todo lo que tienen sin importar que se tenga que volver a empezar para lograr más cosas, es afianzar la idea de ser capaz para lograr lo que se propongan (desde vencer algún temor hasta concretar proyectos sustentables), es hacer a un lado la rectitud e innovar los pensamientos diariamente.

La locura es un estado que refleja la esencia de la persona, el atrevimiento y el poder que posee para cumplir cada una de sus metas, es algo que mantiene en suspenso pues, aunque hay una idea concreta puede estar sujeta a cualquier modificación e improvisación, da seguridad para encontrar el lado bueno de las cosas y garantiza la mejor reacción para cualquier resultado, demuestra lo perseverante que puede llegar a ser un humano con la mejor actitud, los locos pierden la pena para saber disculparse las veces que sea necesario, para demostrar lo que sienten o decir lo que piensan, saben darle formalidad a lo informal y viceversa, ríen, aman, disfrutan y cada momento es una oportunidad para ser felices y mejor aún, contagiar esa felicidad.

Qué lástima que no todos tengamos este tipo de locura en la mente, que a veces  un mal día sobrepase nuestras capacidades, que nuestra atención se distraiga con lo que sale mal, que limitemos nuestras oportunidades, simplemente porque fallamos en nuestro primer intento, que veamos lo bueno de otras personas menos de uno mismo y que a pesar de todo el esfuerzo realizado un mínimo detalle entorpezca el empeño de hacer las cosas bien.

Más vale estar loco, disfrutar, festejar, sonreír empezar las veces que sea necesario, qué loco es estar loco, qué reto, qué esfuerzo. La locura cabe en personas decididas, firmes y comprometidas con ellas mismas para ser conformes, no es un síntoma de personas enamoradas o característica de alguna edad u ocupación, la locura se vive cada día y se disfruta en cada acción.

Ser loco es genial, pero es extraordinario compartir con otros este don que se tiene, transmitir la pasión, la entrega, el gusto y el entusiasmo; qué placer es vivir disfrutando; la locura no es mala, al contrario, es un motivo que impulsa a ser mejor.

Todos tenemos un poco de locura basta con aceptarla y usarla a favor.