El declive del populismo…

  • Juan de Dios Andrade
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El populismo vuelve a estar en juego en el escenario latinoamericano, al igual que en otras latitudes. Está en puerta la segunda vuelta en Argentina y las elecciones tan accidentadas en Venezuela. Al margen de los perfiles ideológicos en lo particular, me da mala espina cuando los populistas van de reforma en reforma para torcer el marco legal y facilitar eternizarse en el poder. Si le acompañan las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, con mayor razón. La democracia argentina es fuerte, pero la de Venezuela pasa por su prueba de fuego. En su momento Chávez y luego Maduro, se dieron a la tarea de instalar una dictadura agresiva hacia el exterior, pero también contra sus propios ciudadanos en desacuerdo con el régimen…

“Argentina: el riesgo rupturista…”

En Argentina, las encuestas siguen colocando a Macri a la cabeza, frente a Scioli que se esfuerza por recuperar terreno. Van en aumento las tensiones al interior de la élite gobernante. Al “les van a quitar la asistencia social” le siguió: “yo no seré un obstáculo si ganase Macri”. Scioli no ha podido acortar la distancia que le separa de su competidor, que siente la Presidencia al alcance de su mano. Las líneas discursivas más recientes de la cúpula del poder van en el sentido de “necesitamos un presidente que no se doblegue ante el FMI”…

Lo cierto es que el ‘Cuarto de guerra’ de Macri ha sabido combinar los errores del gobierno de Cristina con apoderarse de la bandera del cambio. Posicionar a Scioli como el guiñol de ella, ha sido la ‘cereza del pastel’. Es difícil que Scioli pueda remontar, pero en política no hay nada escrito. En la recta final, la confrontación es estructural…

El riesgo más delicado en que se encuentra la Argentina es el de una ruptura social. En toda competencia por el poder hay jaloneos, pero la polarización ha sido muy grande. En los extremos curiosamente se producen situaciones parecidas: por la inminencia del triunfo o de la derrota, se radicalizan. Ojalá de la segunda vuelta emerja una sola Argentina porque de fracturarse, no sé qué harían con los fragmentos…

“Venezuela: los delirios del dictador…”

Si en Argentina las elecciones están reñidas, en Venezuela las encuestas marcan una apabullante tendencia a favor de los opositores al chavismo. Solo un fraude de magnitud descomunal podría hacer que los chavistas ganen. Esto hace temer que Maduro caiga en la tentación de abusar de la fuerza y desatar la violencia. Lo acaba de decir, al afirmar que la oposición debería rezar porque haya paz porque ellos, los chavistas, en la calle son candela. Díganme ustedes si eso no es una amenaza proferida con ese tipo de cinismo que se llama ‘desesperación’. La intención de la maniobra es clara: pretende que la oposición y el ciudadano de a pie sean presa del temor, evitando salir a votar. Una vez más, las encuestas anticipan una nutrida votación…

La última puntada de Nicolás Maduro ha sido ordenar revisar las relaciones con Estados Unidos alegando espionaje. En el fondo, Maduro está aterrado. La posibilidad muy real de perder el poder yergue sobre él la ‘espada de Damocles’ porque es larga la fila de los que exigen justicia…

Sus aliados populistas en el Cono Sur temen que, de caer el gobierno chavista, sean ellos los siguientes en la lista. Ya planean nuevas reformas constitucionales con tal de sostenerse en el poder. Es el invierno del populismo que se torna difícil…

Hace unos meses, se difundió que en Estados Unidos se investigaba a Diosdado Cabello por presuntos nexos con el Cártel de los Soles. Ahora es la propia familia gobernante la que se ha visto envuelta en el escándalo, al ser detenidos sus familiares por participar en el narcotráfico. Aquí no estamos juzgando a nadie, pero los dimes y diretes son serios e inquietantes. De ser ciertas las acusaciones, se trataría de fuerzas democráticas en franca lucha con una especie de alianza del populismo con la delincuencia…

“Cuba: la difícil transición…”

De origen, el populismo latinoamericano llevó la impronta del nacionalismo revolucionario. La llegada de Fidel Castro al poder ocurrió en medio del conflicto entre la Mafia italiana de Estados Unidos y el dictador Fulgencio Batista. Lansky, que pese a su origen judío era asociado de la Mafia, vio en los revolucionarios la oportunidad de deshacerse del decadente mandamás. Luego del fracaso en Bahía de Cochinos y del asesinato de Kennedy, en Estados Unidos se desarrollaron dos posiciones frente a la isla de Cuba. Una, acrisolada en torno a Henry Kissinger, era partidaria de la línea dura contra Fidel y pugnaba por una intervención armada directa en cualquier momento. Otra, surgida alrededor de Schlesinger y luego encabezada por Zbigniew Brzezinski, era de la idea de apostar a la crisis del sistema estatista y la necesidad de una apertura ante el riesgo de un colapso…

Las decisiones no son fáciles porque implican el sufrimiento de muchos cubanos en la isla y en el exilio. Familias separadas por una distancia relativamente pequeña y el peso de la nostalgia. Igual que en Venezuela, víctimas de la persecución, las detenciones ilegales y la prisión violatoria de sus derechos humanos. Reconozco en Brzezinski a una de las mentes más brillantes de los últimos años, pero tampoco se pude ignorar el reclamo de justicia de muchos afectados. La Iglesia Católica no debe jugar un papel político, pero su participación ha sido decisiva en la apertura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y el gran estratega detrás de Obama ha sido, a su vez, Zbigniew Brzezinski…

“Vínculos no tan secretos…”

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el terrorismo recibió el impacto del nacionalismo revolucionario. Hitler se decía su exponente y Egipto se convirtió en el centro de irradiación al difundir las obras más importantes del nazismo. En una mezcla muy rara, hoy podemos ver a facciones de gente negra partidaria de las ideas nazis contra las tribus vecinas. El terrorismo de corte islamista no estuvo al margen de la influencia de tales concepciones. Esto sirve para explicarnos el motivo de la afinidad del populismo latinoamericano con grupos extremistas del Norte de África, Oriente y Asia. Actualmente los ciudadanos demócratas libran una de las batallas más decisivas de la libertad…

El Estado Islámico ha sufrido derrotas muy severas en las cuales se inserta lo ocurrido el viernes en París. Es necesario que gobiernos, partidos y ciudadanos afrontemos el reto de un futuro en el cual se respete la vida de todos, sus derechos y sus obligaciones, su libertad, la aspiración a ser felices y vivir en el marco de la paz y la justicia…

En México, Andrés Manuel López Obrador está a tiempo de reconsiderar su simpatía por el populismo. Se viene desacelerando en las encuestas rumbo al 2018 y ha perdido la iniciativa en las propuestas. Pensó que la bandera del combate a la corrupción sería suficiente para conquistar la Presidencia dentro de tres años, pero viene creciendo la tendencia hacia candidaturas ciudadanas…

En el caso de España, llama la atención esa posición del separatismo, a medio camino entre el populismo y el autoritarismo. Es absurdo propiciar divisiones en el escenario de una amenaza terrorista. Una de las claves del siglo XXI parece ser el equilibrio entre libertad y seguridad. Estamos configurando nuestro futuro y un objetivo de tal calado siempre es complicado. Sobre la marcha, en todo el mundo tenemos que recuperar el sentido de la existencia. Ojalá comprendamos a tiempo que entre negar  que la vida pudiese tener sentido y la locura del nihilismo (terrorista o de residuos ideológicos de viejo cuño), la distancia es muy corta. Claro que no se trata de un sentido determinista, sino buscado en pleno uso de la libertad…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com

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Juan de Dios Andrade

Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos