Los pronósticos generalizados de la clase política poblana apuntan a la tlaxcalteca Blanca Alcalá Ruiz, como la candidata más viable del PRI a la mini gubernatura. Unos dicen que es la mejor posicionada para competir y ganar y otros aseguran que podrá ser candidata pero no gobernadora, por aquello de la feroz división que se vive al interior del ex partidazo, producto de las ambiciones personales de los políticos priistas.

Ahora bien, hablemos de los aspirantes priistas que quedarán regados por el tortuoso y torcido camino de la política. El más dolido y que probablemente hará su berrinche será Enrique Doger Guerrero a quien seguramente veremos que aparecerá su nombre en las boletas electorales, pero contendiendo por Morena o por la vía independiente. Así es él, sino gana, arrebata.

De allí que las manifestaciones de “unidad”, expresadas por las “vacas sagradas” del priismo, -Alberto Jiménez Merino, Víctor Manuel Giorgana, Vega Rayet, Juan Carlos Lastiri y el propio Alejandro Armenta Mier, solo fueron simulaciones y escenarios propios para la fotografía, porque en la realidad, cada quien jala por su lado y se rasca con sus propias uñas.

Por ello, las sorpresivas declaraciones de Alejandro Armenta Mier al periódico Cambio, llaman la atención del electorado y merecen una rechifla generalizada. No puede ser de otra manera, porque lo que ayer aplaudió, hoy lo critica. (Bien hizo la dirigente estatal del PRI, Isabel Allende de prestar poca atención al “desayuno de la unidad priista”, de cuyo evento dijo: “Son solo expresiones de buena voluntad”).

Para rematar el mismo Armenta Mier, después de ganar la diputación federal, festejó estruendosamente su triunfo y pregonó la unidad de su partido y ofreció respeto y solidaridad con el candidato que eligiera su partido. Semanas después, dice que la unidad en el PRI solo es de fotografía, ¡Qué ironía…!

También posó con sus compañeros de partido para tomarse la foto en el famoso desayuno de la unidad. Ahora dice que no se prestaría, ni a la simulación ni al tomarse una gráfica con aquellos políticos que solo buscan las candidaturas, sin aportar nada al PRI. ¿Dónde está la congruencia…?

Sin morderse la lengua dice que el trabajo político de los priistas se resume en reuniones, fotografías y show político, nada en labor de campo con la bases. ¿Algo está pasando con Armenta Mier…?, porque de pronto, como las víboras cambian de piel.

Pero a nadie debe extrañar la postura de Armenta Mier, porque desde el mismo momento en que fue ungido como candidato del PRI, hizo una serie de extrañamientos a la dirigencia del CDE del PRI, por la ausencia de apoyos a su campaña y más aún, despotricó por haber sido “plantado” por la entonces Secretaria General del priismo nacional Ivonne Ortega Pacheco.

La auténtica unidad entre los priistas está muy lejos de darse. La verdad es que los priistas no tienen remedio. SALUCITA DE LA BUENA.

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